Las claves para la economía brasileña en 2013

Tras un 2012 decepcionante, este año habrá más crecimiento, mientras los candidatos se preparan para las elecciones presidenciales del próximo año.

Por: | Publicado: Jueves 3 de enero de 2013 a las 05:00 hrs.
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Brasil comienza 2013 con una mejor panorama para el crecimiento económico, tras un decepcionante desempeño en 2012. Sin embargo, habrá que enfrentar temas clave respecto a la inversión y competitividad para garantizar un crecimiento sostenido de mediano a largo plazo. La inflación, que ya está por encima del objetivo central, se deteriorará aún más en 2013. La actividad interna debería ser impulsada por una leve mejora en las condiciones globales en 2013. No hay elecciones en la agenda de 2013, pero los preparativos para los comicios presidenciales de 2014 comenzarán pronto.

La siguiente lista incluye algunos de los temas clave que preocuparán al gobierno y a los inversionistas este año.



Crecimiento económico y el desafío de la competitividad


El ritmo del crecimiento económico se incrementará, aunque levemente. Estimamos un magro crecimiento del PIB de Brasil de 1% en 2012, pero se acelerará a 3,5% en 2013. El decepcionante desempeño en 2012 en parte puede atribuirse al bajo nivel de inversión (18,7% del PIB hasta septiembre). El repunte de 2013 se logrará gracias a limitadas mejoras en inversión y una recuperación del consumo privado, esto último debido a la creación adicional de empleos, mayores salarios reales y extensión del crédito. La manufactura también se recuperará gradualmente. Aunque el panorama económico luce mejor que en 2012, la expansión será menor al promedio regional y a las tasas registradas en muchos otros mercados emergentes fuera de América Latina.

La razón de esto es una combinación de factores estructurales, incluida una infraestructura inferior al promedio, excesiva burocracia y rigideces en el mercado laboral y de bienes, y un sistema educativo insuficiente. La presidenta Dilma Rousseff seguirá concentrando sus esfuerzos en reforzar las bases de la productividad de Brasil y eliminar los obstáculos a la competitividad. Buscará construir sobre las medidas implementadas en 2011 que apuntaban a eliminar los cuellos de botellas en la infraestructura, reducir las tarifas de la energía y carga impositiva en ciertos sectores manufactureros “estratégicos” y promover la innovación. Aunque la nueva estrategia no parece haber rendido muchos frutos hasta ahora, esperamos algunos avances limitados en 2013. Los esfuerzos seguirán enfocados en mejorar la infraestructura con miras al Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos en 2014 y 2016, respectivamente. Se han presentado varios programas para promover la concesión privada de caminos, vías férreas, puertos y terminales aéreas. El gobierno también implementará un plan para reducir las tarifas eléctricas en 15% en 2013 para reducir el costo de las empresas. Varios sectores de la economía ya no pagan el impuesto a la nómina, y otros más probablemente se beneficiarán de la reforma.



Inflación en alza


La inflación se acelerará levemente y por tanto seguirá por encima del objetivo central de 4,5%. Las tarifas eléctricas caerán, pero subirán los precios del petróleo, mientras los de los servicios seguirán bajo presión. La política monetaria seguirá siendo mayormente adaptada a la promoción del crecimiento y las reformas vinculadas a la competitividad. Por eso esperamos que el Banco Central de Brasil mantenga su tasa de referencia Selic en 7,25%, un mínimo histórico, por la mayor parte del año, si no todo. Esto tras un recorte de 525 puntos básicos entre agosto de 2011 y octubre de 2012. El rumbo de esta política implica que la meta de inflación se ha vuelto más flexible: este ha sido uno de los cambios clave en la política macroeconómica desde mediados de 2011 (junto a un sistema cambiario cada vez más manejado y la búsqueda de equilibrio fiscal general como opuesto al superávit primario). El cambio refleja la preocupación de las autoridades por el exceso de liquidez creado por los principales bancos centrales del mundo desarrollado, así como la competitividad, en particular en el sector manufacturero. Por eso el banco central estará satisfecho si mantiene la inflación dentro de un margen de tolerancia de 2 puntos porcentuales por encima de su objetivo central de 4,5%, al menos mientras la dinámica inflacionaria siga bajo control. El BCB probablemente optará por medidas prudentes en 2013 más que por ajustar la política monetaria.



Preparándose para la elección de 2014


La popularidad de Rousseff ha seguido en cifras récord durante los dos primeros años de mandato. Es probable que sea impulsada por un crecimiento más fuerte del PIB en 2013. Sin embargo, el conflicto por los repetidos escándalos de corrupción que involucran al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) finalmente podría cobrar su precio. También es probable que el Congreso anule el veto presidencial sobre el reparto de los royalties petroleros (a favor de los más numerosos estados no productores), un tema controvertido que podría ser derivado a la Corte Suprema.

Aunque no están previstas elecciones nacionales para 2013, los candidatos se prepararán para la votación presidencial de 2014. Rousseff, que buscará reelección y es favorita hasta ahora, intentará conciliar a los dos principales aliados del PT: el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), actualmente en la vicepresidencia; y el izquierdista Partido Socialista Brasileño (PSB), más pequeño pero cuyo jefe, Eduardo Campos, tiene ambiciones presidenciales. En la oposición, el centrista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) designará al senador Aécio Neves del estado de Minas Gerais como candidato para enfrentar a Rousseff. No esperamos reformas estructurales de importancia en vísperas de la votación.



Riesgos externos


La economía brasileña aún parece resiliente en vista de posibles shocks externos. Aunque el pronóstico actual para la economía global es relativamente benigno, Brasil sigue expuesto a riesgos externos. El más significativo es un importante debilitamiento de la economía de EEUU, una recaída en la crisis de la eurozona y una desaceleración adicional de China (que haría caer los precios de los commodities). El déficit de cuenta corriente actual de Brasil empeorará de 2,8% del PIB en 2012 a 3,5% del PIB en 2013, pero sus crecientes reservas en divisas (unos US$ 378.500 millones en noviembre) deberían servir de colchón en caso de una crisis.

En suma, aunque 2013 registre una aceleración del crecimiento en Brasil, tras un decepcionante 2012, la necesidad de reforzar las bases de la competitividad seguirá siendo un serio desafío para las autoridades si el país aspira a aprovechar su enorme potencial en el mediano a largo plazo.

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