Bolsa China rebota 2% aliviada por medidas del regulador del gigante asiático

Las autoridades chinas han logrado cortar el desplome de la Bolsa de Shanghai, que ayer fue suspendida tan sólo media hora de iniciar las operaciones tras caer más de 7%. 

Al cierre de la sesión de hoy, el índice Shanghai Composite logró remontar un 2%, hasta alcanzar los 3.186,47 puntos.

A pesar de esta subida, concluyó la semana con una baja acumulada de 9,97% y prácticamente borra el 10% de subidas acumuladas durante todo 2015.

En tanto, el Shenzhen ayer perdió 8,24% y hoy rebotó a 1,05% a 1.978,72 enteros, pero acumuló en los cinco días una caída de 14,30%. Mientras, el índice principal Hang Seng ascendió 0,59%. 

Una de las medidas del regulador chino para detener las bajas, fue anular el mecanismo que bloqueaba las Bolsas cuando el desplome era superior a 7%. Los analistas sostenían que esta suspensión automática 'incitaba' a los inversionistas a anticipar y acelerar sus ventas.

Pero ésta no fue la única de las decisiones que han aliviado la oleada bajista en la Bolsa de Shanghai. El regulador del gigante asiático acordó prorrogar las restricciones a la venta impuestas desde el verano a los grandes accionistas de las compañías cotizadas. Estas limitaciones impedían realizar ventas de acciones a los titulares de más de un 5% del capital.

China sale al fin en ayuda del yuan

La jornada ha incluido además una noticia más esperada incluso en los mercados internacionales que el freno del desplome de la renta variable china.

El yuan ha puesto freno hoy a ocho jornadas consecutivas de descensos. El registrado ayer, además, fue el mayor de los cinco últimos meses. El Banco Popular de China fijó el tipo medio oficial de su divisa en 6,5646 yuanes por dólar. Este nivel, el más bajo en cinco años, supone un descenso del 0,5% respecto al día anterior. En la jornada de hoy ha cortado al menos su racha bajista con un repunte del 0,1%.

Los analistas destacan que el Banco Popular de China ha 'intervenido' esta vez en los mercados para salir en ayuda del yuan y frenar sus caídas. Los analistas temían que permitiera una caída libre del yuan para aumentar la competitividad en las exportaciones de sus empresas, y paliar así la desaceleración de la economía china.