Trump solo come Big Macs porque tiene terror a ser envenenado, dice polémico libro que desató el furor presidencial

Era fácil anticipar que el último libro de Michael Wolff iba a generar controversia. Con el título de "Fuego y Furia: La Casa Blanca de Trump por Dentro”, la publicación recoge una serie de sabrosos episodios y polémicas anécdotas de la nueva administración que reflejan la extravagante personalidad del presidente estadounidense.

Pero haciendo honor a su título, la obra del periodista y columnista está desatando un verdadero incendio en el equipo del presidente, que está demandando a su autor y a la editorial y exigiendo que se suspenda su publicación.

El primer efecto del libro ya fue iniciar una guerra entre Trump y su ex estratega en jefe Steven Bannon, una polémica figura de extrema derecha que fue despedido en medio de rumores sobre roces internos.

El presidente acusó el miércoles a Bannon de haber “perdido la cabeza”, luego de que se filtraran pasajes del libro en los que criticaba duramente a su entorno y calificaba el encuentro entre el hijo del mandatario y un grupo de rusos cercanos al Kremlin como “traidor” y “antipatriota”.

Pero en su libro, Wolff hace al menos otras cuatro afirmaciones que están provocando escándalo en la Casa Blanca y que fueron recogidos este jueves por el medio estadounidense Business Insider.

El menú presidencial

Una de las más insólitas tiene que ver con la extraña dieta presidencial, que según cercanos al mandatario, sólo come hamburguesas de McDonald’s. El menú de Trump, que suele ordenar dos Big Macs, dos sándwiches Filet-o-Fish y una malteada grande de chocolate, no sólo ha provocado comentarios por su estilo poco convencional para una figura presidencial, sino que también ha generado preocupaciones de seguridad nacional, por el riesgo que representa este tipo de alimentos para su salud.

Sin embargo, el relato de Wolff llevó la polémica un paso más allá, al asegurar que la verdadera razón de Trump para preferir este tipo de almuerzos es otra. "Trump tiene un antiguo temor a ser envenenado, y por eso le gusta comer en McDonald's. Nadie sabía cuándo aparecería y la comida está precocinada, por lo que es más segura”, escribió Wolff.

El libro también reafirma un rumor que circuló por los pasillos del gobierno y según el cual el mandatario se negó a nominar para un alto cargo a una importante figura solo porque le disgustaba su bigote. Trump habría rechazado la postulación del exembajador de EEUU ante la ONU, John Bolton, como nuevo asesor de seguridad nacional, debido a su vello facial.

“El bigote de Bolton es un problema. Trump piensa que no tiene la apariencia que se requiere”, habría confidenciado el mismo Bannon al periodista. En medio de reportes de que había sido dejado de lado del nuevo equipo, Bolton escribió en su cuenta de Twitter en diciembre "Agradezco los consejos de belleza de los medios totalmente imparciales pero no me voy a afeitar mi #bigote”, aseguró en la red social.

Tonta como un ladrillo

Pero las infidencias del exasesor llegaron incluso hasta el círculo familiar de Trump, ya que Bannon cuestionó duramente la inteligencia de Ivanka, la hija y asesora del presidente, señalando que es “más tonta que un ladrillo”.

Por último, el mismo Bannon le aseguró al autor que la jefa del comando de Trump, Kellyanne Conway, comenzó a buscar empleo en los últimos días de la campaña presidencial porque estaba convencida de que iba a ser derrotado.