Cartas al Director

Señor Director:


Quisiera poner en la discusión la posibilidad de promover y facilitar mucho mas de lo que se hace actualmente en nuestro país, el estudio de la mayor cantidad de carreras en horarios vespertinos. Conozco muy de cerca la experiencia de algunos amigos que para poder pagar sus estudios superiores trabajaban de día y estudiaban desde las 18:30 hrs. en adelante . Esta es una formula que puede funcionar bastante bien . En mi opinión, para promover esta idea ayudaría mucho considerar tres importantes iniciativas. Una sería que las empresas le den facilidades y apoyo a las personas entre 18 y 30 años que deseen estudiar en horario vespertino, la otra sería que los planteles de educación superior busquen las mejores maneras de que más estudiantes puedan acceder y realizar sus estudios en forma vespertina y la última sería que las leyes laborales permitan una mayor flexibilidad laboral para este grupo de trabajadores-estudiantes.



Claudio Rivera Ferrario 




Señor Director:


Pero si poner a Girardi en la presidencia del Senado es como poner a Camila Vallejo como presidenta del Rotary Club...



Gabriel Guiloff




Señor Director: 


En democracia, el espacio público, con sus instituciones y procedimientos, es el llamado a acoger la deliberación de las distintas visiones de sociedad, y es el lugar propicio para resolver legítimamente los conflictos sociales.

Se debilita y se pone en riesgo la consolidación de este espacio, cuando los liderazgos políticos no asumen su rol como intermediarios entre los movimientos sociales y el sistema político, ya que permite que el conflicto tienda a permanecer en el tiempo sin solución. Esto es lo que ha ocurrido con los líderes de los partidos de la oposición en relación con el movimiento estudiantil. Mediante su silencio o el oportunismo político, han optado por descalificar su función representativa y su rol de oposición en democracia, haciendo sospechar que el único elemento que los mantiene relativamente unidos, es el objetivo de volver a ser gobierno, aunque ello signifique aumentar el desprestigio de las instituciones y procedimientos democráticos.



Francisca Silva L.





Señor Director:


Ante la eventual censura de la que puede ser objeto, el senador Girardi tiene una amplia variedad de posibles formas de reaccionar. Puede asumir su responsabilidad política, como lo hizo cuando reconoció haber enviado 24 mil cartas a los militantes del PPD con cargo a los fondos de la presidencia de la Cámara de Diputados. Puede negar cualquier responsabilidad, como lo hizo con motivo del escándalo de las facturas falsas de Publicam. Puede decir que todo fue “una torpeza de mi parte”, como cuando la Comisión de Ética del Senado le reprochó su actuación frente a un carabinero que le cursó un parte en la ruta 68 por exceso de velocidad. O también podría alegar que es un montaje en su contra, igual que cuando se vio involucrado en el caso Spniak.

Girardi es un político con mucha experiencia en este tipo de cosas por lo que no hace falta sugerirle cómo puede enfrentar este nuevo escándalo político.



Jacinto Gorosabel O.



Educación universitaria


Señor Director:


En relación a los costos de las carreras universitarias y su progresivo aumento en el tiempo, sugiero tres puntos para reflexionar, desde mi experiencia: primero, hace 10 años, cuando terminé de estudiar en una universidad tradicional, el costo anual de la carrera era el 40% del costo de la misma carrera hoy, en la misma universidad. Segundo, los sueldos de las personas no han subido en la misma relación en 10 años, sino que en muy menor proporción. Tercero, la formación de los profesionales no ha aumentado en calidad en diez años. Reflexionando en torno a estos tres puntos, no hay que tener más de dos dedos de frente para vislumbrar el por qué hay un descontento generalizado con la gestión de la educación universitaria.



Juan Luis Hernández Viera