Panorama 2016: Las nuevas preocupaciones globales

Más de 2/3 de los directivos de grandes empresas en todo el mundo, señalan, que su principal preocupación es el cumplimiento normativo y regulatorio, de acuerdo con la reciente encuesta de KPMG “Global CEO 2015”. Este resultado evidencia la complejidad de la economía y el continuo cambio regulatorio.

Debido a la velocidad a la que cambian, las regulaciones, su cumplimiento e impacto se han transformado en un riesgo relevante, donde las empresas deberán contar con asesoría, preparación y experiencia para afrontar con éxito este entorno de constante cambio regulatorio. Un segundo aspecto, en el que coincide la preocupación de los altos ejecutivos de las empresas, es el desafío de la movilidad y digitalización, que está generando una transformación profunda en el comportamiento de la sociedad y los negocios. Asimismo, la velocidad del avance de la innovación no es el mismo al que lo hacen las regulaciones. Específicamente, en el ámbito de la digitalización y movilidad de la información. Hoy se está generando inmensos volúmenes de información digital y, más aún, es esperable que este siga creciendo exponencialmente con el llamado “internet de las cosas” que permitirá recolectar información emitida por diversos artículos y tecnologías de creación reciente. Con la infraestructura tecnológica adecuada, el comercio electrónico y el relacionamiento de las personas con sus dispositivos móviles, se incrementará de manera considerable. La respuesta a este gran reto es asumir las implicaciones de la tendencia global a medida que se va desarrollando y actuando de manera rápida, con un enfoque de cambio, en los cuales, deberemos imaginar nuevos formatos de negocio para lo que se requerirá intuición y una actitud pro innovación al interior de las empresas a la misma velocidad que la de economías más desarrolladas. Asimismo, se verán incrementadas las herramientas que permiten procesar los datos y surgirán nuevas regulaciones que exigirán adaptar los procesos al interior de las organizaciones, permitiendo dar cumplimiento a ellas y enfrentando importantes riesgos, hasta ahora incipientes, con los cuales existe una responsabilidad real sobre la protección de información. La Ciberseguridad, en este escenario que se vislumbra, requerirá situarla dentro de los temas centrales en relación a la gestión de riesgo y también, en el futuro cercano, de cumplimiento de las nuevas normativas que surgirán al respecto.

En definitiva, la capacidad de innovación y adaptabilidad de las empresas deberá incrementarse y tomar un rol proactivo y protagónico para enfrentar este nuevo escenario global.