Unos 4.300 kilómetros de costa, casi 5.000 de montañas, bosques milenarios, desiertos, glaciares, lagos y ríos constituyen la heterogénea oferta nacional para las producciones audiovisuales que anualmente buscan locaciones en todo el mundo. Una industria prolífera que desde el año 2005 el Estado chileno decidió estimular a través del Fondo de Fomento Audiovisual del Ministerio de Cultura, destinándole $ 8.900 millones al año. Recursos que también incentivan a las regiones, que advierten en esta fórmula otro mecanismo para activarse económicamente. De hecho, la llamada "economía creativa" aporta 2,2% al crecimiento del país.
En 2018 los aportes estatales a las producciones audiovisuales alcanzaron los $ 11.194.832 millones, según la Ley de Presupuestos. Corfo también patrocina las artes visuales, desde 2006 a través de su Concurso Audiovisual 407 proyectos han visto la luz, con una inversión cercana a los $ 5.000 millones.
En 2017, con un presupuesto inicial de $ 1.000 millones, el Ministerio de la Cultura –a través de Film Commission de Chile-, la Dirección de Inversiones de Corfo y el Programa Estratégico de Economía Creativa iniciaron el Programa de Apoyo a Inversiones Audiovisuales de Alto Impacto para fomentar la realización de este tipo de producciones internacionales en Chile, a través de un subsidio.
Louis Vuitton, Lexus y Mont Blanc
El incentivo es la devolución de hasta un 30% de la inversión a las producciones extranjeras, siempre que todos los bienes y servicios hayan sido contratados en Chile. La iniciativa es atractiva para las regiones, ya que entre 2017 y 2018 se filmaron bajo este programa de apoyo Espookys, Distancia de Rescate e Inés del Alma Mía -producción chileno española en la que el actor Benjamín Vicuña tendrá uno de los roles protagónicos-, en las regiones Metropolitana, Valparaíso, el desierto de Atacama, La Araucanía, Los Lagos y Los Ríos, con una inversión estatal de $ 1.300 millones.
Al respecto, el subsecretario de Cultura, Juan Carlos Silva, explica que "buscamos potenciar a las regiones como polo de actividad audiovisual, promoviendo sus locaciones, servicios y capital humano", ya que "también ayuda a distintas actividades económicas accesorias como la hotelería, los bienes y servicios de producción, el tema de catering, etc.".
Algo con lo que coincide Cristóbal Sotomayor, presidente de la Asociación de Productoras de Servicios de Producción (Apsp), que en una asociación público-privada con Prochile administran la marca Shoot in Chile, que desde 2014 busca traer producciones internacionales al país y, a la vez, promueve que sea centro de producción.
"Chile se ha vuelto muy competitivo para filmar spots publicitarios", comenta Sotomayor. Marcas como Louis Vuitton, que hizo su campaña otoño-invierno 2012 en la Patagonia chilena, y relojes Mont Blanc que filmó la campaña lanzada en abril de este año, son una muestra.
Debido a las facilidades aduaneras, marcas de automóviles como como Lexus, Jaguar y Mercedes han elegido el país para filmar sus comerciales.
Productores y ejecutivos de la industria calculan que por cada dólar que invierte el programa, retornan alrededor de cinco.
El sueño de Chilewood
Además, cada región recibe $ 15 millones anuales para desarrollarse como polo de atracción. Hoy Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos, y Magallanes tienen su propia Comisión fílmica.
De hecho, Magallanes es una de las regiones más activas en su promoción. Según describe William Levet, representante de Magallanes Film Commission, la serie nacional "Helga y Flora" –que será exhibida a fines de 2019 por canal 13-, costó alrededor de US$ 1 millón y "la mayoría se gastó en servicios, transporte, hoteles, alimentación y construcciones menores. Una veintena de actores locales trabajó como extras y técnicos".
Estos últimos dos años filmaron en esta región la productora francesa Electron Libre -"América del Sur, la ruta de los extremos"-, la televisión británica –"Cruising with Jane McDonald"- y el productor publicitario Keith Saikawa hizo fotografías en Torres del Paine, entre otros.
Hace unos días el estudio The Colorfield, en conjunto con la productora Untitled Film y la DGAC de Punta Arenas, realizaron el documental "One More Orbit", con el astronauta norteamericano Terry Virts, batiendo el record de velocidad en la vuelta al mundo, en 46 horas a bordo de un jet privado.
Joyce Zylberberg, socia de Screen Capital:
"Hay que migrar del 'hecho en Chile' al 'creado en Chile'"
-¿Cuáles son los principales atractivos de Chile en el exterior?
-Tener verano en el invierno del hemisferio norte atrae producciones y ocurre mucho con los comerciales que adelantan temporadas. La seguridad respecto a los países vecinos es valorada y también tener facilidades en Aduanas.
-¿Cuál es la ventaja para una región convertirse en destino fílmico?
-Una producción de Netflix o de alguna plataforma streaming puede gastar por episodio US$ 800.000 en promedio, unos 12 capítulos y varias temporadas. Esas plataformas producen a escala local, pero si están los incentivos van a venir. Por eso, los países competitivos están adaptando rápidamente sus incentivos a este tipo de contenidos.
-¿Y desde el punto de vista económico?
-Veámoslo así, hace veinte años la industria creativa de Inglaterra representaba un 2% de su PIB y hoy el 17%. Y la industria audiovisual es el sector de las industrias creativas que más engrana al resto para realizar una producción.
-¿Qué significaría para Chile ser un destino fílmico apreciado?
-Reditúa en circuitos turísticos, suma puntos en imagen país al ser percibido como fuerza creativa, impulsa economías locales y da un empuje integral a todo el medioambiente de industrias creativas. La gracia es migrar del concepto tradicional de "hecho en Chile" a "creado en Chile".
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