Marco Antonio de la Parra: “Hay algo de escandaloso en la muerte”
El psiquiatra, dramaturgo y actor cierra el año recibiendo el Premio a las Artes Escénicas Nacionales Presidente de la República y a punto de inaugurar la próxima edición de Teatro a Mil, que trae un homenaje en su honor por su influyente trayectoria. De la Parra habla de estos reconocimientos, de la enfermedad que le diagnosticaron en 2020, de su infancia y de amor. Sobre la vida y la muerte, en su voz, y junto al diván.
Por: Sofía García-Huidobro - Fotos Verónica Ortíz
Publicado: Viernes 12 de diciembre de 2025 a las 17:28 hrs.
Noticias destacadas
“Un reconocimiento como el premio Presidente de la República evidentemente te consagra. Uno llega a una altura que lo trabajado ya tiene un sentido. Otro efecto es que el premio da un nuevo vigor. Más ganas de volver a escribir otras cosas. Es muy estimulante y hermoso, uno queda con más pilas.
Desde mi enfermedad (mieloma múltiple) me costó retomar el vuelo, tanto por el significado psicológico de estar enfermo como por una cosa física, un cansancio mayor, una dificultad para poder sentarse a trabajar. Además, vino la pandemia y todo se volvió en contra. Esta es una enfermedad que te toma los huesos, destroza las vértebras y las aplasta. Al comienzo es muy desagradable, luego con kinesiología y ejercicios se va recuperando el cuerpo, pero perdí unos siete centímetros de columna. Antes usaba bastón, ahora lo ocupo muy a lo lejos. A veces me pongo un arnés para sujetar la columna si estoy con mucho dolor, pero ha disminuido mucho con la kinesiología.
Yo sentía que con el cuerpo así de dañado no iba a ser capaz de subirme a un escenario. Y en 2024 celebramos los 40 años de La secreta obscenidad de cada día (junto a León Cohen). Y este año me volví a subir a un escenario con Mr Shakespeare, que es un monólogo muy particular. En esta misma oficina en la que estamos ahora, llegó Pablo Schwartz con un texto de Beckett para hacer una obra. Le dije: ‘Hagamos esta otra’.
Le pasé Mr Shakespeare que ya venía escribiendo y que tenía ganas de interpretar porque es un juego de espejos entre yo, Shakespeare, el psicoanálisis y la dramaturgia. Entonces Pablo se entusiasmó y dejamos fuera a Beckett, que era muy terrible el texto, y nos fuimos con este que habla de la muerte y de la enfermedad, pero con bastante humor.

Con la enfermedad se me apareció la muerte, algo que sabemos pero que negamos porque si no, no es vivible de la vida. La muerte es nuestro reloj, nuestra condición natural, pero andamos como si no existiera. Y ahí está.
Es que hay algo de escandaloso en la muerte. Sobre todo, de gente joven. En el caso mío ya entraba en tierra derecha, cumpliendo los 70 años uno ya empieza a estar en las estadísticas. Yo estoy tratando de salvarme todos los días, se vuelve un valor tremendo sobrevivir.
TE PUEDE INTERESAR
A estas alturas de la vida los homenajes tienen algo de medalla final. Entonces uno se pone un poco inquieto, pero por otra parte está lo estimulante. En esta edición de Teatro a Mil también van a volver a montar La pequeña historia de Chile -obra de 1994 que habla de la crisis de educación- dirigida por Francisco Krebs. Fue una obra bien premonitoria, mucho más de lo que yo quisiera. Todavía funciona y es una de mis obras favoritas y un retrato de Chile. Esta edición del festival tiene el lema ‘Sí importa’. Es una declaración de principios que tiene que ver con la cultura de un país. Es su identidad, sus sueños, su posibilidad de reflejarse, de proteger su memoria.
Existe el temor y desaliento a que haya un desprecio por la cultura. Pero yo pertenezco a una generación que trabajó en dictadura y lo hicimos con todo en contra. Y si las cosas se ponen en contra, probablemente empecemos a trabajar contra viento y marea. La cultura no sólo importa, es lo que nos define como seres humanos y como país.
Empecé a hacer teatro a los 19 años en la Escuela de Medicina, durante la dictadura. Hacíamos teatro sin pedir permiso, con una especie de autocensura, pero claramente el inconsciente habla. Nosotros convencidos de que estábamos haciendo cosas blancas y después veíamos las obras y en realidad cómo se nos imaginó que no nos iban a censurar.
El premio que recibí se vuelve como una tarea, te pasan la posta: ‘Ahora le toca, usted se vuelve el capitán del equipo y tiene que convocar a los talentos jóvenes’. Ser un ejemplo. Soy alguien que da el pase para las nuevas generaciones, no alguien que entra a los cuarteles de invierno. Entonces ahora lo que quiero escribir son obras que pueden ser más complejas. Una tarea ya está hecha y ahora hay como una autorización para textos difíciles, más aventurados y experimentales. No me interesó nunca la zona segura.
También hago clases. Enseñar da una energía muy particular. Hace poco fui a España a dictar un taller y me encontré con mis antiguos alumnos. Uno de ellos es Juan Mayorga, director artístico del Teatro de la Abadía. He dado clases también en México, en Argentina, en Brasil. Uso un método muy particular que llamo ‘el maestro invisible’, trato de que el grupo saque lo mejor de ellos mismos sin intervenir demasiado, eso tiene mucho que ver con el psicoanálisis. A mí me encanta hacer clases, si tú me preguntas qué es lo que más me gusta: ser maestro.

Infancia y vocación
Fui lector en mi infancia temprana. Eso activó el bullying cuando entré al Instituto Nacional porque era el más chico del curso en edad, pero leía un montón, entonces tenía un lenguaje distinto que hacía que me encontraran un bicho raro. A esa edad se castiga de una manera brutal. Lo pasé muy mal esos años.
Hay un episodio particular: cuando yo estaba pasándolo pésimo, se me acercaron dos bacanes del curso que miraban con desprecio a los matones. Ellos decidieron que yo era inteligente, porque la mayor parte de los insultos del bullying iban por dos líneas: ser tonto o ser gay. Me dijeron: ‘Júntate con nosotros’ y me cambiaron de puesto en la sala. Entonces yo tenía estos bacanes que me protegían.
Luego ya vino la creación porque aparecieron los cursos extracurriculares, la Academia de Letras del Instituto Nacional, que era fenomenal, y donde además venían chicas, lo cual era un estímulo. Y luego la Academia de Teatro. Ahí conocí a Michelle Bachelet. Yo estaba en el curso científico, pero me gané el premio al mejor alumno humanista del colegio.
Repensé muchas veces lo de estudiar Medicina. Entraba y salía de esta fantasía de ser escritor. Pero pensaba: ‘¿Cómo me gano la vida?’ Mi padre era médico. Mi hermano también. Yo quería ser un escritor del ‘Boom ‘y no lo fui. He escrito cuentos, de hecho, estoy pensando en hacer un libro con los cuentos, también novelas además de teatro. Pero la duda estuvo siempre: ‘Y si me dedico más tiempo a esto, y si me dedico más tiempo a lo otro’. Después, mi psicoanálisis personal me demostró que yo podía ser un artista, pero entonces no me atrevía.
Lo otro es que la medicina es muy adictiva. Es muy fácil quedarse pegado. Y el psicoanálisis en sí es una bellísima manera de acceder a la medicina. Y la psiquiatría biológica ha cambiado mucho. Calcula que estudié hace 50 años y muchos de los diagnósticos que nos enseñaban, han desaparecido o se han corregido. También hay otros nuevos. Si antes teníamos cinco pastillas para recetar, ahora son una cantidad de fármacos infinitos.
No soy un psiquiatra común y corriente, hago psicoanálisis. Atiendo a unas seis personas al día, algunos se acuestan ahí en el diván. No me aburro de escuchar a los pacientes. Me gusta conocerlos, descubrir por qué sufren y aliviar ese sufrimiento a través de la palabra. Me encanta trabajar con la palabra más que con la receta médica.
Veo en mis pacientes que son tiempos de mucho estrés, de otras ilusiones y otras desilusiones. Tiempos muy exigentes. Tiempos caros. Nunca había sido tan cara la vida en Occidente, y eso hace que se sufra una sensación de cuesta arriba. Todo el mundo llega duramente a fin de mes, pero también descubrimos placeres y satisfacciones.
No veo un país que se cae a pedazos, pero sí un país que está en redefinición. Y Chile es un país al que siempre le ha costado redefinirse. Yo me acuerdo cuando escribí La mala memoria: Historia personal de Chile contemporáneo (1998), había una sensación de tener un país adolescente, siempre a punto de madurar pero que luego sucumbe de nuevo en lo caótico. En el estallido social la ilusión llegó a ser peligrosa. Siempre cito a Emil Cioran: ‘Esto del entusiasmo convierte las ideas que son neutras en ideologías sangrientas’. Yo soy muy pacífico. Los brazos armados me ponen nervioso.
Actualmente estoy trabajando en un libro sobre los niños con cáncer y la experiencia de la enfermedad contada desde ellos. He estado entrevistando a adultos que vivieron la enfermedad en su infancia.
En teatro hay unos tres proyectos para los cuales debo hacer una investigación. Uno de ellos tiene que ver con la destrucción del periodismo crítico en Chile. Un país sin periodismo crítico es un país que no se piensa a sí mismo. Y eso fue un algo que se dio durante la Concertación, un golpe en sus propias canillas. Para la obra estoy situándome a fines de los ‘90, en un periódico imaginario llamado El Independiente que está definiendo la que será su última portada.
TE PUEDE INTERESAR
Amor y amistad
Me siento muy afortunado de encontrarme con alguien como ella como pareja, porque antes fue mi jefa. Nos conocimos a fines de los ‘80, calculo. Ella era periodista de espectáculos en El Mercurio y luego en La Segunda donde luego de volver de España yo hacía crítica de televisión bajo el seudónimo Zap Zap. Entonces se podía ser crítico de televisión, lo pasé muy bien. Hasta que vino el problema de que ya no me gustaba nada y no tiene gracia un crítico que todo lo encuentra malo.
Hace unos 12 años de pronto nos encontramos con Ana Josefa (Silva), estaba cada uno separado y salimos a comer juntos. La amistad fue cambiando de giro y de repente hubo otra mirada. Fue muy divertido porque fue bastante rápido. A mí me cuesta mucho estar solo. Ella habría estado más tiempo sola, pero de repente decidimos casarnos. Hoy nadie se casa.
Es curioso porque ella me ha dicho que un día se preguntó: ‘¿A qué hombre cuidaría?’. Y pensó en mí. No sabíamos que, efectivamente, luego le iba a tocar cuidarme. Ha sido un amor con amistad, algo que vale oro”.

Festival Internacional Teatro a Mil es un proyecto colaborativo, presentado por Fundación Teatro aMil y Escondida BHP, acogido a Ley de Donaciones Culturales, cuenta con el apoyo delMinisterio de lasCulturas, las Artes y el Patrimonio y UNESCO. La programación completa está disponible en www.teatroamil.cl
Te recomendamos
ARTICULOS RELACIONADOS
LO MÁS LEÍDO
Newsletters
Yupa: la boutique de distribución de fondos estadounidenses de los exejecutivos de primera línea de AFP Cuprum
Se centra en gestoras de activos alternativos de nicho de EEUU. Priorizará la captación de inversiones en banca privada, multifamily office y oficinas familiares individuales.
Consorcio español Electro Cointer presenta oferta técnica para obras de modernización del eje Concepción-Penco
Fue el único proponente para el proyecto de UF 4,4 millones que busca crear corredores de transporte público de alta eficiencia en la Ruta 150 y la Autopista Concepción-Talcahuano. La apertura de la oferta económica será en enero.
Bancada de diputados para el fomento de las startups entrega propuestas de políticas públicas a comandos de Jara y Kast
El documento estructurado en seis ejes temáticos es el resultado del Startup Day 2025, evento organizado por la bancada y que reunió en el Congreso en Valparaíso a más de 50 startups, gremios, inversionistas, académicos y actores del sector tecnológico.
BRANDED CONTENT
Camila Elizalde; una chef que ha hecho del perfeccionismo una fuerza transformadora
Conoce aquí la entrevista a una de las chef más destacadas a nivel nacional y americano en el arte de la pastelería. En este capítulo, Camila reflexiona sobre los desafíos de liderar en un entorno competitivo y la importancia de construir espacios donde la excelencia y la empatía convivan. Mira la entrevista haciendo aquí.
Camila Elizalde; una chef que ha hecho del perfeccionismo una fuerza transformadora
Conoce aquí la entrevista a una de las chef más destacadas a nivel nacional y americano en el arte de la pastelería. En este capítulo, Camila reflexiona sobre los desafíos de liderar en un entorno competitivo y la importancia de construir espacios donde la excelencia y la empatía convivan. Mira la entrevista haciendo aquí.
En Perfeccionistas entrevistamos a un deportista chileno que quiere llegar tan alto como sus saltos
Mauricio Molina nos cuenta de su pasión por el BMX y cómo se convirtió en el primer chileno en competir en esta disciplina en unos Juegos Olímpicos y ser parte del selecto grupo de los 25 mejores del mundo.
Instagram
Facebook
LinkedIn
YouTube
TikTok
{{/if}}