De hecho, la situación recuerda al ambiente previo a la segunda vuelta de 2009, cuando Sebastián Piñera alcanzó la presidencia. Pero esta vez el rally ha sido más agresivo: el IPSA acumula un 54,59% en lo que va del año, superando ampliamente el 50,7% que registró en vísperas del triunfo de Piñera. “El IPSA ya internalizó en gran medida un eventual triunfo de Kast. Lo que estamos viendo ahora es el último tramo de ese proceso”, comenta Guillermo Araya, gerente de estudios de Renta4.
En una línea similar, Jorge Concha, FX Trader de Sales & Trading de la mesa de dinero de Banco BCI, señaló que las expectativas actuales han contribuido positivamente al rally del IPSA y que, dependiendo de los resultados electorales, este impulso podría mantenerse y consolidarse, apoyado por una mejora en la confianza y por el efecto favorable que tendrían eventuales reformas tributarias orientadas al crecimiento y al mercado.
El tipo de cambio también acompañó el ánimo del mercado. El dólar completó una baja semanal de $14, principalmente debido a que el jueves perdió casi $10 como parte de un debilitamiento general de la divisa, por el sesgo flexible que el mercado advirtió en los anuncios y conferencia de prensa de la Reserva Federal de EEUU el miércoles.

Al cerrar la mesa de operaciones, el dólar se transó en $909,7, en un contexto donde la inflación continúa retrocediendo. En noviembre marcó 3,4% en doce meses, un dato que ha permitido al Banco Central bajar la TPM desde el peak de 11,25% en 2022 hasta los actuales 4,75%. Para diciembre, el mercado apuesta incluso por una inflación entre –0,1% y 0,0%, lo que abriría espacio para otra baja de 25 puntos base la próxima semana, llevando la tasa a 4,50%, explica Guillermo Araya.
El impulso de JAK
Para Ariel Nachari, estratega jefe de Inversiones de SURA Investments, el rally del IPSA en 2025 responde principalmente al factor político. “El índice volvió a valoraciones similares a las de antes del estallido social. El giro político se asocia a mejores expectativas de crecimiento, inversión y reglas del juego más claras”, señala. Agrega que a eso se suma que "una victoria amplia de Kast —un escenario que algunos inversionistas consideran plausible— podría darle holgura para avanzar rápido en sus propuestas, lo que mantendría el entusiasmo del mercado y empujaría al dólar hacia los $900 para la semana que viene".
Jorge Concha coincidió con este análisis. "El tipo de cambio debería ajustarse a la baja y posiblemente probar nuevos soportes, en caso de ser electo el candidato que lidera las encuestas por ser pro mercado y considerar un ajuste en las cuentas fiscales. En caso, contrario podría existir una corrección importante del tipo de cambio que ha venido cayendo dado que el mercado da por descontado un triunfo de la oposición".
Acciones favorecidas
En materia sectorial, si Kast llega a La Moneda, los inversionistas anticipan un mejor clima para las compañías reguladas, como energía y sanitarias, que podrían enfrentar menores barreras de entrada para nuevos proyectos.
"En general estimamos que los incentivos no van a un sector en particular, sino en los incentivos más bien sistémicos a través de una eventual baja de impuestos y menor regulación", dijo Araya de Renta4.
El único punto sensible es SQM, debido a la intención del candidato republicano de revisar el contrato con Codelco, algo que el mercado interpreta como un foco de riesgo.
Si gana Jara
Ahora, si el triunfo fuera de Jeannette Jara, el tablero se reconfigura. Su propuesta de un Sueldo Vital de $750.000, financiado entre empleadores y un eventual aporte estatal, impulsaría el ingreso disponible y beneficiaría a las compañías ligadas al consumo, especialmente SMU, Cencosud y parte del retail. En pensiones, Jara ha reiterado que su prioridad será implementar la reforma aprobada durante su gestión como ministra, un proceso de 36 meses que no representa riesgos inmediatos para las AFP.
En el litio, aunque ha manifestado reparos a la presencia privada, también ha dicho que no objetará la asociación SQM–Codelco si queda zanjada en el gobierno actual, por lo que el mercado ve un riesgo acotado para la compañía.
Mientras los inversionistas esperan el desenlace electoral, el consenso apunta a que 2026 será un año positivo para la bolsa, aunque de retornos más moderados que los extraordinarios de 2025. El foco, dicen, se moverá desde las expectativas a la materialización efectiva de las promesas económicas del próximo gobierno.
Los últimos 20 años
La elección presidencial en Chile suele generar alta volatilidad en el mercado cambiario.
En un análisis de XTB Latam sobre las segundas vueltas de los últimos 20 años muestra que la mayor variación ocurrió tras el triunfo de Gabriel Boric, cuando el tipo de cambio cayó $ 70 en 30 días, interpretado como una normalización tras un nivel de partida muy alto del dólar.
En contraste, la victoria de Sebastián Piñera en 2009 implicó una fuerte depreciación del peso, llevando al valor de la divisa a subir $30 en dos semanas, resultado de un reacomodo de expectativas.
Otros procesos mostraron ajustes más moderados, como el retorno de Michelle Bachelet en 2013, con una subida gradual del dólar cercana a $ 20 o la reelección de Piñera en 2017, cuando el tipo de cambio cayó $ 24. En 2005, el primer triunfo de Bachelet generó una baja de $8.
En conjunto, los datos indican que el dólar no sigue un patrón dependiente del color político, sino que responde al contexto macroeconómico específico de cada ciclo.
Gonzalo Muñoz, analista de mercados de XTB Latam , indica que "la reacción del mercado cambiario es específica de cada ciclo y no sigue un patrón mecánico asociado únicamente a si gobierna la izquierda o la derecha”. 