Eduardo Aninat está inquieto. ¿Por qué? Uno pensaría en el deteriorado escenario económico, ratificado el lunes por el Banco Central al recortar en 50 puntos su rango de crecimiento para este año, a apenas entre 1% y 2%.
Sin embargo, el ex ministro de Hacienda de Eduardo Frei Ruiz-Tagle tiene una inquietud incluso mayor: el difuso escenario político, con muchas candidaturas presidenciales -él adhiere a la opción de Carolina Goic-, pero con pocas “definiciones sustanciales” sobre el país que queremos.
“En general, el proceso democrático en cualquier país es muy dinámico y, a veces, hasta complicado. Pero las ambigüedades que hasta ahora demuestra el proceso chileno me resultan sorprendentes”, señala el también ex subdirector gerente del FMI y quien integra el grupo internacional del comando de la carta presidencial DC.
- ¿A qué ambigüedades se refiere?
- Primero, el tratamiento que hasta la fecha le ha dado el Partido Socialista al expresidente Ricardo Lagos. No lo comprendo y creo que ha recibido un maltrato, al igual que José Miguel Insulza. La segunda ambigüedad está en Chile Vamos, que con todo lo que ha ordenado la casa, no aprovecha ese orden para haber avanzado en un programa, no se les han visto nuevas ideas. Y la tercera y mayor ambigüedad es que el Partido Comunista, como siempre, juega a dos bandas: una, decir que quieren seguir en la Nueva Mayoría, pero se acuestan en la misma cama con el PRO y se acercan al Frente Amplio. Veo muy confuso este escenario electoral y no me parece que haya sido así en los últimos años. Algo de desorden había, pero no a este nivel.
- ¿A qué lo atribuye?
- Ha habido mucha crispación, cualquier nuevo gobierno tiene el derecho a presentar cambios, pero no tiene el derecho de jugar con la ciudadanía para llevarla a extremos de polarización como hemos visto en este gobierno. Pensábamos que 2017 sería el año de la consolidación, de la obra gruesa, se ponían los tabiques y se pintaba la casa, pero no: La Moneda bruscamente agitó el avispero y anunció un mega proyecto de reforma constitucional y se extrema la discusión sobre el sistema previsional.
- ¿Qué tan preocupante es este nivel de incertidumbre y ambigüedad? ¿Está claro quiénes llegan a la papeleta en noviembre?
- Noviembre está muy lejos en el horizonte. Sin embargo, nos faltan compromisos previos como preguntarnos si la Democracia Cristiana seguirá en la Nueva Mayoría tal como la hemos conocido. ¿Nos atreveremos a ir con una candidatura a firme o nos casaremos con la Nueva Mayoría a priori en una primaria? La junta general de la DC a fines de este mes es crucial.
Pienso que sería un error histórico que la Democracia Cristiana se encierre en la Nueva Mayoría tal y como la hemos conocido. No se discute a fondo qué tipo de país queremos: si uno humanista, capitalista o socialista. No hay una concepción integradora global detrás de la Nueva Mayoría.
- ¿Cuál debiera ser ese relato?
- No construir andamios artificiales ni manejar discursos voluntaristas despegados de la realidad. Hay que volver a centrar la discusión en las necesidades de la clase media y en el tipo de velocidad y alcance del desarrollo económico que necesitamos hoy.
- ¿Y por qué ese relato no se ha instalado en la sociedad?
- Porque se le ha prestado mucha oreja a la calle. La calle es bienvenida y es importante lo que dice, pero de ahí a gobernar y escucharla diariamente es cometer un error garrafal, y el equipo político de La Moneda ha multiplicado este error.
- En ese sentido, el ministro Valdés se ubica en la otra vereda…
- Bueno, él trata de hacer lo contrario. Lo respeto y admiro mucho, pero a veces le falta la capacidad de golpear la mesa y decir que si no se ordena la casa, me retiro. En el tema pensiones, al ministro Valdés le ha faltado tomar el bastón, liderar ese tema e ir adelante con el apoyo de la Presidenta. Mientras eso no ocurra, no habrá reforma de pensiones.
- ¿Cuál de los candidatos de la Nueva Mayoría le asegura gobernabilidad al país?
- Pensaba que Ricardo Lagos, pero está pasando por una situación muy delicada. ¿Qué ha pasado? Como la gente le tiene simpatía y cariño a la actual Presidenta y entendía que había que liderar un proceso de cambios, los grandes intelectuales -incluyendo Lagos- no sacaron la voz a tiempo y con claridad cuando había que enmendar las reformas. Se quedaron callados en reformas como la laboral y la tributaria, y en general han estado de cómplices pasivos de una situación que, sin ser tragedia, va deteriorando la calidad de la política. En mi partido ha sido así también, he echado de menos una voz más fuerte y decidida de Cieplan, donde me formé y les agradezco todo lo que hicieron por mí. Pero han opinado al lateral en lugar de estar en el centro de la discusión. Los intelectuales como Lagos y quienes están en Cieplan tienen una responsabilidad con el país.
- ¿Cómo ve a Guillier? ¿Terminará siendo el candidato de la Nueva Mayoría?
- Como persona, me encanta, es una persona tranquila, serena, que escucha. Pero lo veo contradictorio y perdido en el horizonte, que un día dice una cosa y al siguiente otra. Se junta con los empresarios, dice que Chile tiene que crecer más. Se junta con trabajadores del norte, dice que las mineras abusan. Entonces, necesita decantar qué hacer, pensar cuál es el ABC de su campaña. No se puede estar en todas.
- ¿Qué le falta? ¿Un relato?
- Más que eso, le falta coherencia. Él tiene mucho relato porque habla bien, pero ¿cuál es su sustento? No le veo ninguna estrategia ni línea de juego clara a Guillier. Mientras no tenga clara su estrategia, quizá no llegue a la papeleta en noviembre (...) Hay que dejar de ser contradictorio, por eso tengo algunas dudas sobre él.
- ¿Carolina Goic podrá competirle a Guillier?
- Ella es la definición de la empatía y escucha mucho. Sin embargo, ella debiera empezar a precisar mejor qué quiere en lo programático, económico y social. Ahí, hasta ahora, no la veo tan precisa. Ahora, acaba de asumir la precandidatura, le puedo pedir más a Lagos y a Piñera, por lo tanto espero -y confío- en que nos dé una buena sorpresa. Guillermo Larraín, Alejandro Foxley y José Pablo Arellano tienen que ayudarla activamente a que decante eso.
Ex ministro y programa internacional de Goic: "Lo de Venezuela es inaceptable"
Eduardo Aninat ejerce como vicepresidente del equipo internacional de la candidatura de Carolina Goic.
La instancia es liderada por el ex diplomático Nelson Hadad. El grupo alista una propuesta que deberá ser analizada por la candidata, pero desde ya Aninat -quien logró experiencia internacional como negociador de la deuda externa y como subdirector gerente del FMI- anticipa que el trabajo tendrá tres focos: regionalización, protección de los derechos humanos y migración. En este último punto, el ex ministro de Hacienda señala que prepararán una propuesta para abordar la problemática migratoria desde el punto de vista de la seguridad social, económica y humanitaria de quienes arriben al país.
- ¿Cuál debiera ser el foco del programa internacional de Carolina Goic?
- Tenemos tres enfoques: primero, respetar como sagrado el regionalismo abierto. Ir a pactos internacionales, nos plantamos en alianzas estratégicas, pero no nos cerramos. No estamos capturados por el Mercosur ni por la Alianza del Pacífico. Respetamos esas alianzas, pero son limitadas. Queremos el máximo de convenios y de plataformas que nos hagan despegar para aprovechar el potencial internacional de Chile, que es enorme. Tenemos mucho potencial.
El segundo principio es que tenemos que poner en el centro de las relaciones internacionales el tema de derechos humanos.
Y por eso, nos parece que lo de Venezuela es inaceptable. Latinoamérica entera, Chile incluido, debería haber sacado la voz y la acción mucho antes a través de la OEA. No se trata de intervencionismo, se trata de usar Unasur, la OEA, Naciones Unidades y los mecanismos que existen para denunciar los atropellos. No más Venezuelas, ese es nuestro lema.
- ¿Qué temas nuevos se buscarán incorporar en el debate?
- En el tema de migración, vamos a proponer cosas muy precisas sobre cómo tratar desde el punto de vista humano, social y económico, el problema de los migrantes en Chile.
- ¿Ahí asumen que este gobierno no enviará una reforma a la Ley de Migraciones?
- Yo creo que no alcanzará a discutirlo en este Congreso. Pero logrará enviarlo. El Ejecutivo anunció 44 prioridades para el último año de gobierno, quedan nueve meses de discusión. ¿Lograrán despachar 5 proyectos por mes? No da. La agenda está saturada y se vienen las elecciones.
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