La máxima cúpula empresarial del país comenzará a alistar las alfombras, ordenar las estanterías y a dibujar un nuevo cuadro en el muro donde se erigen los retratos de los 21 ex presidentes de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).
Alberto Salas, el minero que desde Paipote aterrizó en la casona de Sótero Sanz hace dos años para convertirse en el nuevo presidente de la multigremial, culmina su período tras ser el elegido como un hombre de consensos en tiempos de turbulencias económicas y reformas estructurales. Así, el 30 de marzo le pasará la posta al ex canciller Alfredo Moreno en un año con marcados tintes políticos y juicios finales en lo legislativo.
“La verdad es que me tocó difícil, pero es lo que hay”, confiesa Salas a la hora de evaluar su estadía, aunque su veredicto es elocuente: “Ha sido uno de los trabajos más complejos y más interesantes que he hecho en mi vida”.
¿Pero cuál es el legado que deja el minero que se erigía con un perfil más que alejado del gran empresariado tradicional?, ¿ganó el “round” de influir en los cambios que proponía el programa de gobierno de La Moneda? Su cercanía con la presidenta Michelle Bachelet, sus habilidades para resolver controversias y un historial sin flancos abiertos, fueron algunas de las cualidades que ayudaron a mantener a la CPC fuera de las grandes polémicas. Pero también, según dicen los presidentes de las ramas, un estilo crítico y propositivo.
Con la creación de las comisiones de Productividad; y de la Mujer, Emprendimiento y Trabajo, trazó la hoja de ruta que primaría bajo su legado. Sin grandes expectativas, relatan, se construyeron documentos sólidos y propuestas que llegaron al despacho del ministro de Hacienda e incluso de la mandataria. Luego, con el anuncio de Bachelet de trabajar por un acuerdo previsional, se replicó la apuesta logrando que Salas sellara como su gran legado “trabajos serios, transversales y propositivos”, coinciden algunos privados.
“Los tiempos de Alberto han sido distintos a los anteriores”, afirma el líder de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Patricio Crespo. A su juicio, “este gobierno ha querido transformar muchas cosas y eso ha forzado a todos a tener posiciones. Y la CPC tomó el rol de hacerse cargo de los temas que son transversales”.
El presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), Segismundo Schulin-Zeuthen, enfatiza que Salas logró que “los temas que son transversales se discutan en el seno de la CPC”, porque más allá de los aportes particulares de sus ramas, “hay una posición única del empresariado”.
En esa línea, el titular de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Ricardo Mewes, explica que, si bien la “casa no está desordenada”, se producen discusiones donde lograr un documento “es un mérito de quien lidera”.
Sin embargo, en el empresariado también queda un sabor amargo frente a los resultados obtenidos. “Hay una serie de otras cosas donde más bien hemos tenido que defender. Malas ideas, como la peor de todas -porque es donde tuvimos menos influencia- que fue la reforma tributaria. Ahí, con esa coyuntura de ese tipo el legado es defender lo mejor posible”, señala el timonel de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Diego Hernández. Añade que Salas siempre ha tenido un espíritu de consenso y “hoy la conclusión de todo es que deberíamos haber tenido un espíritu de consenso mucho mayor, que ha ido aumentando de a poco si comparamos el primer año de gobierno”.
Otros empresarios dicen que la deuda es no haber influido mayormente en los debates de las reformas, aunque admiten que la batalla no era fácil cuando cada cierto tiempo salían a la luz nuevos escándalos en el mundo de los negocios. Eso sí, cercanos a Salas confiesan que el minero reconoce no haber logrado ser más convincente al plantear las posiciones.
Por esto, aunque Salas dejó un terreno sembrado en cuanto a “insumos públicos” -migración y propuestas previsionales-, los privados creen que el desafío principal es pensar que el mundo de la empresa trasciende a los gobiernos y debe aliarse con la ciudadanía para poner temas de largo plazo en el tapete. "Anticipamos a los problemas", resume Crespo. Por ejempleo, agrega: "El tema de las pensiones lo debimos haber abordado hace mucho tiempo".
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