Fue ministro de Salud de Sebastián Piñera y es considerado su “brazo armado” por la defensa a ultranza tanto de su figura como de su gestión. Se caracteriza por su carácter franco y directo para enfrentar las críticas. En esta conversación con DF, Jaime Mañalich sostiene que en su sector “las cosas se han dado bien”, porque el ex presidente “se ha consolidado como el candidato con la mayor opción” y quienes han pretendido salirle al camino no han tenido éxito, dice apuntando al senador Manuel José Ossandón. Pero valora que el abanderado de Evópoli, Felipe Kast, haya logrado “poner algunos acentos en una cosa más liberal” en la centroderecha.
- ¿Y Ossandón?
- En lo poco que ha hecho de campaña es una objeción a Piñera, a su gobierno. Ossandón ya es irrelevante para la actual situación en la centroderecha, en las encuestas el 2% es su techo.
- ¿Atraería a un votante distinto?
- Su discurso no es constructivo, sino fundamentalmente populista. Ha dicho que representa el sentir de la gente de Puente Alto y ahí se quedó pegado, sin absolutamente nada concreto que proponer.
- ¿Prefiere evitarse la primaria?
- Lo concreto es que las primarias son inútiles, desde el punto de vista del tsunami rojo que enfrentamos. Vale decir, la gigantesca destrucción de las instituciones en el país; el riesgo para nuestra democracia; el riesgo internacional; lo que hay que reconstruir desde el punto de vista financiero y político; las confianzas que hay que restaurar, una primaria en las actuales condiciones es sencillamente una pérdida de tiempo.
- Felipe Kast generará un debate de ideas en el sector, ¿cree eso?
- El sentido esencial de las primarias, si es que se mantienen, más que mostrar ideas es mostrar cartas políticas para el futuro. Felipe no está pensando en esta presidencial, sabe que no tiene ninguna posibilidad, pero qué pasaría en cuatro o en ocho años si ahora recorre, se muestra, la gente lo conoce, de alguna manera va invirtiendo. Las primarias son básicamente para darle fuelle a personas que tienen una aspiración más importante a futuro.
- ¿En realidad se están peleando la pole position para la próxima?
- En la medida que prueban y se ven si son figuras, si tienen aceptación, pueden construir un futuro. Pero si se desinflan, el caso de Ossandón puede ser el más dramático de todos, las futuras opciones se licúan.
- ¿Por qué puede pasarle a él?
- Porque aparece tan denostado, tan pobre en su argumentación, tan pobre en su liderazgo que la gente lo cancela, dice ‘este ya no fue’, como un cura de Catapilco. Ir a una primaria tiene riesgo para los incumbentes, porque si alguien saca 10 mil votos significa la muerte política, no hay nada más que hablar.
- Se dice que las primarias legitiman una candidatura, ¿comparte?
- No, en absoluto. Todas estas cosas son ejercicios democráticos, pero también una puesta en escena.
- La presidenta del PRI cree que Piñera debe adelantar el anuncio de su candidatura, ¿sería bueno eso?
- Ya no pasó. Aunque yo le aconsejaba al presidente Piñera que adelantara su manifestación, en octubre o noviembre del año pasado, él era enfático en su decisión de esperar y el tiempo le ha dado la razón.
- ¿Con quién le hubiera gustado más que compitiera Piñera en la primera vuelta, con Lagos o Guillier?
- Yo tenía una cierta preferencia, por lo mismo que señaló el ministro del Interior, que Piñera-Lagos era una cosa interesante, porque representa dos modelos complementarios de desarrollo para Chile de los últimos años. Lagos encarna la socialdemocracia en su plena expresión en nuestro país. Ya con menos ataduras de la dictadura, con más libertad para proponer, para tener iniciativa, para ir asumiendo algunas responsabilidades del Estado, etc. Por otra parte, el presidente Piñera le da un impulso a la libertad, al emprendimiento, al esfuerzo individual, a una sociedad de mayor colaboración, en la cual los agentes privados tienen un rol muy fuerte, más que el Estado.
- Si la Nueva Mayoría está tan mal como dice la oposición, ¿el triunfo de la derecha es un hecho?
- El capital de votación de Piñera tiene dos fuentes: el castigo a este gobierno, ¿eso solo alcanza para la mayoría absoluta? Yo creo que no. En ese contexto, tiene que haber un agregado de valor; o sea, gente que diga este señor me da confianza de que la economía va a volver a andar; que va a crecer el empleo, en fin, y esto no lo veo todavía constituido con suficiente fuerza.
- ¿Por qué?
- Porque por una parte está Chile Vamos y por otra Avanza Chile trabajando en paralelo y, además, cada uno de los partidos de Chile Vamos trabajando por su cuenta. Apareció lo de Allamand y Larraín fuera de la institucionalidad.
- ¿Generaron ruido?
- Generaron un ruido. O sea, no hay una unidad ni tampoco hay un dialogo fluido todavía entre Avanza Chile y Chile Vamos.
- ¿Por qué ocurre eso?
- Porque hay una vocería concordada semanal, pero no hay una unidad de programa para apoyar un próximo gobierno.
- ¿No es rol de Piñera generar el liderazgo para el trabajo conjunto?
- Es su rol y lo ha hecho bien, se junta con los presidentes y hay conversaciones políticas muy profundas, en fin. Pero todavía no veo un respaldo unánime de Chile Vamos a la candidatura de Sebastián Piñera.
- ¿Qué tendrían que hacer los partidos para mostrar este respaldo?
- Proclamarlo todos.
- Volvemos al principio, ¿ahorrarse la primaria?
- Sí, creo que sería un gesto políticamente bueno para Chile que todos proclamaran al presidente Piñera.
- ¿Influye en la candidatura de Piñera el que haya o no primarias si lo más probable es que él la gane?
- La primaria es un esfuerzo democrático, es volverse hacia la gente y preguntarle ‘entre estas personas que están aquí, a quién prefieren’. Esa cuestión ya está respondida.
- ¿Por las encuestas?
- Creo que no. Todo el esfuerzo que han hecho muchos por destruir al presidente Piñera, por presentarle querellas es algo que no mina su posición presidencial, la gente lo ve como parte del juego político y no parece pesar en la imagen del potencial presidente en el próximo periodo.
Isapres: "tiene imperfecciones que ya no son tolerables"
- ¿Está trabajando en el programa?
- Preparando el programa, sí.
- ¿Qué se debería hacer?
- La preparación del primer gobierno de Piñera fue muy ardua con los Grupos Tantauco y me parece fundamental tomar esas iniciativas, que aparecieron como razonables, y potenciarlas.
- ¿Por ejemplo?
- Pienso en Isapres. Nosotros hicimos un acuerdo gigantesco con la Concertación para lograr un proyecto de reforma al sistema de salud partiendo por el de Isapres. Me parece que lo obvio es tomar ese proyecto que está en la Comisión de Salud y sacarlo adelante en los 100 primeros días del gobierno.
- Ha dicho que si no se le hace una reforma al sistema, podría morir, ¿es así de grave?
- Es así, porque es un sistema que mantiene imperfecciones que ya no son tolerables.
- ¿Cómo cuáles?
- Por ejemplo, la discriminación por sexo. Es cierto que el Tribunal Constitucional anuló la tabla de factores por edad y por sexo para el reajuste de planes una vez que uno está incorporado. Pero persiste la discriminación al incorporarse al sistema. También son cautivos quienes tienen preexistencias. Esos temas de equidad y justicia hay que resolverlos.
- ¿Por qué no se hizo en el anterior gobierno?
- Llegar a un acuerdo político fue un proceso muy largo, demoró unos dos años y medio; cuando se envió el proyecto y se hizo el trámite en la Cámara, demoró poco menos de uno; cuando pasó al Senado y empezaron las indicaciones se acabó el tiempo.
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