Haití, Suiza y Portugal fueron destinos centrales en la agenda del ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, la semana pasada. Pero no fueron los únicos temas. En medio de la gira en que acompañó a la Presidenta de la República, el canciller anunció la denegación de la visa diplomática al ministro de Defensa de Bolivia, Reimy Ferreira, quien quería visitar Chile en el marco de la detención de militares de la nación paceña en la frontera. Y luego fue parte de la alta preocupación expresada por la administración de Michelle Bachelet ante la disolución del parlamento en Venezuela por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
Estos hechos no alcanzaron a enturbiar el favorable balance del canciller de lo logrado en el viaje. “Hemos confirmado una vez más que Chile es un país respetado y constructivo en la arena internacional”, resume.
En Haití, destaca, tanto el gobierno como numerosos actores de la sociedad civil “nos expresaron su aprecio por el papel de Chile y sus Fuerzas Armadas y de Orden en la Misión de Estabilización de la ONU para ese país, y por los significativos aportes de cooperación de nuestro país al desarrollo del país caribeño”.
Sobre su paso por Ginebra, Muñoz resalta el “impresionante respaldo” en los foros en que participó la comitiva, donde -añade- fueron testigos del “liderazgo que se le atribuye a Chile en materia de derechos humanos y libre comercio”.
Con Portugal, redondea, “cimentamos una relación antigua con temas nuevos, como libre comercio, energía, tecnologías médicas, recordando que el 2020 se cumplirán 500 años del descubrimiento del Estrecho de Magallanes, para lo cual estamos trabajando en diversas actividades conmemorativas”.
En suma, dice el canciller, “Chile siguió abriendo espacios para sus intereses en un momento en que se sienten presiones para cerrar puertas y mercados”.
- Y volviendo al plano interno, ¿en qué se encuentra el proyecto de modernización de la Cancillería? ¿Habrá proyecto en este gobierno?
- Estamos en los ajustes finales del proyecto de modernización con la Segpres y la Dirección de Presupuestos de Hacienda. Hemos trabajado con gran intensidad para que el proyecto entre al Congreso en las próximas semanas. Y espero que el resultado sea tener una ley, no sólo un proyecto, durante el actual gobierno.
- ¿Cuáles debieran ser los ejes de la modernización?
- Contar con una legislación que contemple una estructura institucional del ministerio a la altura de los desafíos del siglo XXI. La actual legislación que nos rige data de los años 1978-1979 en plena dictadura y se encuentra completamente obsoleta. El proyecto de ley, en su nueva estructura institucional, acentúa una carrera meritocrática en el personal de la Cancillería, destacando asimismo los necesarios elementos de profesionalización, además de contemplar mecanismos de movilidad ascendente en la carrera del servicio exterior.
Fuera de lo anterior, introduce elementos de una mayor flexibilidad en la organización interna de las unidades del ministerio y lo dota de los mecanismos para que efectúe una debida coordinación en materia de política exterior con los diferentes órganos de la Administración del Estado.
Por otra parte, actualiza la estructura institucional de la Cancillería para responder al enorme incremento producido en las relaciones económicas internacionales de Chile fundamentalmente, a partir de la restauración de la democracia. Para ello se crea una nueva Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales y se contempla una nueva estructura, tanto para Direcon como para Pro Chile.
Finalmente, pero con la misma perspectiva modernizadora, se contemplan reformas legales en la Dirección Nacional de Fronteras y Límites del Estado, Instituto Antático Chileno y Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
- ¿Cómo se logrará la modernización del servicio en el marco de la estrechez presupuestaria?
- Eso es lo que hemos conversado largamente con el Ministerio de Hacienda. La propuesta de la Cancillería es modesta y de aplicación gradual. El futuro de Chile depende, crecientemente, de nuestra apertura al mundo, de las exportaciones con valor agregado, de un entorno internacional estable y, por ello, la labor de una Cancillería moderna no debe ser visto sólo como un gasto, sino como una inversión.
- Se habló de diferencias con Hacienda respecto al costo. ¿Se superaron?
- En eso hemos estado. Todos tenemos que ajustarnos a la realidad presente, y nuestro proyecto así lo refleja, sin perder lo fundamental; lo sustantivo del proyecto.
- ¿Cómo puede una economía como la chilena, basada en el sector exportador, retomar un mayor crecimiento en medio un mundo tan incierto y donde se están tomando medidas proteccionistas?
- Tenemos que ir en la dirección de una economía del conocimiento, agregando valor a nuestras exportaciones y dependiendo menos de los commodities. Claro, esto no es un proceso rápido, pero debemos ir virando el timón. Y, ante el proteccionismo, debemos construir nuevas alianzas con países abiertos al mundo. Es lo que hicimos hace dos semanas en Viña del Mar, cuando reunimos a ministros y altos funcionarios de 15 países de Asia-Pacífico. Allí, la Alianza del Pacífico, acordó iniciar como bloque negociaciones de libre comercio de alto estándar de calidad en disciplinas comerciales, y concretarlas en un corto plazo. Es decir, la AP se transformó en una nueva plataforma para el libre comercio, con estándares TPP, en Asia Pacífico.
Ley de migraciones
- ¿Cuándo se enviará la reforma a la ley de migraciones?
- Esta es una materia que lidera el Ministerio del Interior y el cuándo dependerá de la agenda legislativa del año.
- ¿Cuál será el rol de Cancillería en este tema?
- No quiero referirme públicamente al contenido del proyecto de ley. Ya se verá en su momento. Los parlamentarios conocerán su contenido por la vía oficial y no por la prensa.
"LA VIRULENCIA EN LA CONDUCTA BOLIVIANA NO ES NUEVA"
- ¿Cuál será su legado como canciller?
- Haré el balance en un año más. Pero, hasta ahora, las únicas iniciativas efectivas de integración en la región las ha encabezado Chile, como el diálogo Alianza del Pacífico-Mercosur, en el marco del concepto ya aceptado en la región de "convergencia en la diversidad"; hemos profundizado la integración Asia-Pacífico; hemos firmado nuevos acuerdos de libre comercio, incluyendo con Uruguay, el que contiene un capítulo inédito sobre género, y hemos profundizado acuerdos ya vigentes; hemos liderado a nivel mundial la protección de los Océanos y el establecimiento de nuevas áreas marinas protegidas; hemos encabezado la elaboración de una Política Nacional Oceánica; aprobamos la ley del voto de los chilenos en el exterior, derecho que ejercerán nuestros compatriotas este año; y no es poco que Chile haya demandado por primera vez en la historia a un país en la Corte de La Haya, al llevar a Bolivia a la Corte para defender nuestras aguas del Río Silala. Pero falta mucho por hacer en un año.
- ¿Le ha tocado la relación más tensa con Bolivia desde el retorno a la democracia?
- Probablemente. Pero debo decirle que la virulencia en la conducta boliviana no es nueva. He leído documentos históricos y me he encontrado con un discurso de Gabriel Valdés de los años 60, donde responde vigorosamente y con argumentos semejantes a los míos a acusaciones bolivianas infundadas.
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