El candidato presidencial del Partido Radical, Alejandro Guillier, dio un claro mensaje a JPMorgan Chase y a los inversionistas extranjeros en general. A relajarse.
Dos meses después de que la empresa de servicios financieros dijera en un reporte que los inversionistas estaban rehuyendo de Chile debido a la postura populista del senador por Antofagasta y su ascenso en las encuestas, el parlamentario dejó en claro a la comunidad empresarial que no tendrían nada que temer de su administración.
“Nunca me he caracterizado por políticas extremas”, dijo en entrevista con Bloomberg. “Soy un eterno negociador”.
“¿Aumento de la carga tributaria? No bajo mi administración, dijo. Y sobre ¿el fin de las administradoras de fondos de pensiones? No es una de mis propuestas”, respondió.
En palabras del propio Guillier, su gobierno en lugar de hacer legislaciones y cambios radicales, estaría enfocado en aumentar la eficiencia, fomentar la innovación, la diversificación de la economía y en promover productos de mayor valor agregado.
De hecho, añade el medio, “la única vez que el candidato suena un poco molesto es cuando habla de castigar los abusos de las empresas”, y asegura que cualquier empresa sorprendida haciendo donaciones ilegales a campañas políticas, o que dañe el medio ambiente perdería el derecho de concursar en compras del Estado. “Nada particularmente incendiario”, concluyen.
En un último punto, el artículo destaca que considerando que el gobierno de Bachelet ha puesto el foco en la reducción de las brechas de desigualdad en el país, Guillier no mencionó ni una vez las palabras “igualdad” o “desigualdad” durante los 90 minutos que duró la entrevista.
Sin embargo, sí hizo un llamado a formar un mayor poder de negociación para los trabajadores que revierta la “concentración de la riqueza” en Chile.
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