La Cámara de Diputados fue nuevamente escenario del enfrentamiento entre la Nueva Mayoría y la oposición, que ayer se atrincheró en el rechazo a la creación de la comisión investigadora del proyecto minero Dominga y, como contraparte, la UDI comenzó a reunir las firmas para la conformación de otra instancia que indague acerca de las presiones para votar en contra de su construcción en la Región de Coquimbo.
Esto último, según confirmó el jefe de la bancada gremialista Felipe Ward, en las declaraciones del diputado y vicepresidente de la Democracia Cristiana, Matías Walker, quien reafirmó sus dichos respecto a la existencia de presiones y aumentó la tensión dando a entender que la salida del ex ministro de Transportes Andrés Gómez-Lobo tendría que ver con que su cartera habría dado luz verde al proyecto.
Tal como se había acordado la semana pasada, concluida la cuenta de la Sala de la Cámara se votó la conformación de la comisión investigadora de “eventuales irregularidades, errores o vicios en actuaciones de organismos y funcionarios públicos” en lo que respecta al citado proyecto minero.
La propuesta fue aprobada con 53 votos a favor de la Nueva Mayoría en pleno, 25 en contra de la UDI y 9 abstenciones de RN.
Supuestas presiones
Al explicar el interés por promover una investigación de las supuestas presiones desde Interior para rechazar Dominga, el jefe de la bancada gremialista, Felipe Ward, admitió que el único antecedente con el que cuenta su sector son las expresiones del diputado DC Matías Walker.
“El caso amerita que sea investigado en una comisión investigadora breve, en un plazo de 30 a 60 días. Creo que cuando un diputado de la Nueva Mayoría, el vicepresidente de un partido, denuncia presiones indebidas de parte de su ministro del Interior que, además, pertenece a su mismo partido político, lo razonable es investigar”, argumentó.
El parlamentario de la UDI hizo hincapié en que eventualmente debido a las presiones “se habrían modificado votaciones” y que hoy se presentaría la solicitud, que iría en la línea de indagar el “tráfico de influencia” y las “presiones indebidas” serían el foco.
Contaminación política
Lejos de retractarse debido a los efectos que están teniendo sus acusaciones, el diputado Walker mantuvo sus palabras de días anteriores y aseguró ser partidario “de que se investigue todo”, tanto lo relativo a la supuesta intervención de Sebastián Piñera en el proyecto como la posible presión del gobierno en la votación de la resolución de impacto ambiental de la polémica mina.
Pero fue mucho más allá en su denuncia, explicando que sobre la votación del proyecto Dominga ha quedado la sensación de que “estuvo contaminada políticamente”.
Y reiteró que “hubo seremis que fueron llamados a cambiar su voto a última hora, no obstante, los informes por escrito que habían enviado dichos ministerios al Servicio de Evaluación Ambiental. El seremi de Transportes, al momento de trasparentar su voto, dijo que votaba en contra porque este proyecto lo iba a calificar el Consejo de Ministros. No obstante, el Ministerio de Transportes había enviado un informe favorable al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental”.
E insistió en que las presiones se hicieron desde Interior a través del intendente. Aunque no explicitó que eso haya tenido que ver con la renuncia de Gómez-Lobo esa es la interpretación que se le está dando a sus dichos.
La actitud de Walker y la renuncia de Gómez-Lobo han contribuido a tensionar aún más el ambiente en la Nueva Mayoría pese a haber mejorado en algo el respaldo unánime del oficialismo a la comisión investigadora, Walker incluido.
Y desde la oposición no sólo a levantar una comisión investigadora fundada en las declaraciones del diputado DC, sino que pese a haber suspendido la interpelación que se iba a votar ayer por el aumento de la evasión en el Transantiago y los conflictos de interés del ex titular de Transporte, ahora se estudia la posibilidad de una acusación constitucional, para lo que existe un plazo de seis meses tras la salida.
El senador de Renovación Nacional, Andrés Allamand, incluso acusó al ex ministro de no querer dar la cara y “salir arrancando” y de que su “gestión no sólo fue negligente, sino que está apartada de toda norma de transparencia”.
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