Peñailillo reflota reforma al binominal para alinear a partidos oficialistas


En medio de las disputas que han dejado al descubierto las diferencias al interior de la Nueva Mayoría (NM) en materia tributaria y constitucional, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, irrumpió en el debate político ,poniendo inesperadamente sobre la mesa el proyecto que cambia el actual sistema electoral. Pese a que se había asegurado que la discusión de las reformas constitucionales sólo se iniciaría durante el segundo semestre, se filtró que el jefe de gabinete de Bachelet ya tiene un borrador que ha estado socializando con los partidos oficialistas desde hace un par de semanas.

Cambiar el mecanismo de elección parlamentaria es un antiguo anhelo que expresa la Nueva Mayoría y que, adicionalmente, siempre ha provocado la unidad de la coalición. Sin embargo, se ha argumentado que debido al alto quórum que requiere su aprobación –3/5, es decir, 72 diputados y 23 senadores- y a la permanente negativa de la UDI, nunca han logrado avanzar. Ahora que el oficialismo tiene una contundente mayoría en ambas cámaras se estima que existe mayor probabilidad para que esta aspiración se pueda concretar. Aún cuando todavía es necesario convencer a algunos sectores de la oposición sobre las bondades que implica aproximarse a un sistema de mayor proporcionalidad.

Al hecho de que este tema genere la unidad del pacto oficialista se atribuye que Peñailillo haya tomado la iniciativa no sólo de levantarlo, sino de hacerlo en este momento, cuando la coalición está pasando por un período difícil, debido a las constantes presiones de la Democracia Cristiana para posicionarse como el partido de la Nueva Mayoría con el que el gobierno deberá negociar permanentemente. Algo que el jefe de gabinete de Bachelet parece haber considerado en medio del proceso de socialización del proyecto que pretende cambiar el sistema binominal, ya que desde el falangismo aseguran que el Ejecutivo cuenta con el respaldo de sus parlamentarios para la iniciativa.

Ello, a pesar de que el año pasado el falangismo había logrado un acuerdo con Renovación Nacional que logró el respaldo de la Nueva Mayoría y que se concretó en un proyecto presentado este año. Justamente para avanzar sobre este acuerdo es que en la DC aseguran que desde el Ejecutivo se comprometieron a conversar también con RN ,para integrarlos y escuchar lo que desde la tienda de Carlos Larraín tengan que aportar a la iniciativa.

Con esta arremetida, Peñailillo envía una clara señal de que su rol como jefe de gabinete de Bachelet será eminentemente político. Pues con su intervención en esta reforma se toma una atribución que le compete a la Segpres, intentando unificar al conglomerado y, de paso, aplacar el tenor que han ido tomando las públicas diferencias que han salido a flote en la Nueva Mayoría con el debate de la Reforma Tributaria.

Además, el ministro del Interior podría sumarse un nuevo punto si logra aprobar la iniciativa, tras su empático debut en la coordinación a raíz del incendio en Valparaíso.