Ayer, por primera vez, la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, se reunió con las parlamentarias del Partido Comunista, Camila Vallejo y Karol Cariola, autoras del proyecto que reduce la jornada laboral a 40 horas semanales, y la presidenta de la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, Gael Yeomans, para conversar en torno a la propuesta legal que actualmente se encuentra en el Senado.
Tras la cita, que se extendió por más de una hora y media, las diputadas valoraron la disposición de la secretaria de Estado a dialogar, aunque criticaron la decisión del Gobierno de no desestimar la posibilidad de llevar al Tribunal Constitucional (TC) el proyecto de ley.
“No se ha descartado todavía llevar al TC el proyecto de 40 horas, la ministra está proponiendo una apertura por parte de los autores del proyecto para incorporar la agenda laboral que tiene el Gobierno que es flexibilidad, que es establecer jornadas mensualizadas, en promedio y otras materias”, sostuvo Vallejo tras la cita.
Pese a eso, de acuerdo a lo planteado por la parlamentaria, se acordó mantener un diálogo, en el cual también se busca incorporar en mayor medida a los trabajadores.
“Lo que hemos solicitado es hacer parte a los trabajadores de esta conversación, queremos que esta reunión que sostuvimos con la ministra la podamos tener con los sindicatos, con los trabajadores prontamente y ella ha estado disponible, y eso evidentemente lo valoramos porque no somos nosotras solamente las que tenemos que determinar si es que hay posibilidades de conversar sobre otras materias”, dijo Vallejo.
Cariola, por su parte, destacó la voluntad de la ministra a debatir, pero recalcó que el proyecto no busca incluir medidas de flexibilización.
“Esperamos que la ministra, a diferencia del ministro anterior (Nicolás Monckeberg), entienda que este es un proyecto sencillo y simple que lo que busca es mejorar la calidad de vida de los trabajadores por la vía de la reducción de la jornada laboral, no incorporando elementos de flexibilización ni mucho menos elementos que precaricen la vida de los trabajadores”, afirmó.
Yeomans, a su turno, manifestó que espera que la voluntad planteada por Zaldívar se traduzca en “cuestiones concretas y, en eso al menos, el diálogo tiene que ser sin presiones. Mantener la amenaza de recurrir al Tribunal Constitucional es una presión que obstaculiza la posibilidad de avanzar en un diálogo”.
En este marco, la ministra del Trabajo sostuvo que acordaron volver a juntarse durante la próxima semana.
Ingreso mínimo garantizado
Si bien ayer la comisión de Trabajo del Senado tenía por finalidad analizar el proyecto que reduce la jornada laboral, la cita comenzó abordando la urgencia inmediata que el Gobierno dio al proyecto que establece un ingreso mínimo garantizado de $ 300 mil líquidos, liderado por el Ministerio de Desarrollo Social.
La comisión acordó despachar el próximo 15 de enero el proyecto. Eso sí, poniendo como condición que el Ejecutivo promulgue la ley de asistentes de la educación.
“Ministro, está en sus manos”, le dijo la presidenta de la comisión, Adriana Muñoz, al ministro de la Segpres, Felipe Ward, quien llegó a la comisión acompañado de la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia.
La urgencia del Gobierno apunta a que si el proyecto es despachado en enero por el Congreso, el Ejecutivo ingresaría una indicación para pagar en marzo el beneficio a los trabajadores que puedan acceder a él.
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