Las empresas se han dejado estar y no han sido capaces de comunicar efectivamente su quehacer y su aporte a la sociedad. Por ello es que hoy la misión es clara: salir de sus cuatro paredes e interactuar con su entorno.
Así lo señala Alfonso Swett Opazo, director ejecutivo de Forus, respecto al rol que debe asumir actualmente el empresariado, de manera de lograr una convivencia armónica y virtuosa con todo aquel que lo rodea, donde todos, además, salgan beneficiados.
“Las empresas tienen que salir y asumir su responsabilidad en la sociedad. Cada una cumple un rol muy importante, ya que las empresas generan la remuneración para que las familias se sostengan, generan el trabajo para que esa persona se realice. Es decir, hoy la empresa es un ente muy importante en la sociedad, como lo es la familia. Eso sí, la familia siempre tendrá un papel más importante, pero las empresas soportan a la familia en cuanto al trabajo, sus ingresos, la dignidad de sus miembros. Por lo tanto, son un engranaje fundamental en la sociedad”, explica el ejecutivo.
Acota que es sólo un problema de conexión entre ambas partes, ya que la última Encuesta Nacional Bicentenario, realizada por la Universidad Católica-Adimark, arrojó que el 72% de las personas dijo confiar mucho y está contenta en la empresa donde trabaja, sin embargo, sólo el 16% de los chilenos lo está con las empresas en general. “Ahí tenemos un rol con la sociedad, y es donde tenemos que apuntar. La empresa tiene que ir más allá de su puerta, preocuparse de lo que le pasa a una persona con su familia, de lo que pasa en la comunidad en la que vive, o cómo yo aporto hacia eso”, dice.
Esta es necesidad global, indica Swett. Por ello, corrientes como el capitalismo consciente está entrando con fuerza en el empresariado. “Las empresas chilenas está preparadas para abrir sus puertas (y preocuparse por su entorno), pero se deberían preparar aún más. Y si no lo están, debería haber más esfuerzo. Pero yo creo más en la responsabilidad social individual, donde cada uno de nosotros, en el ámbito en que estamos, tenemos que aportar un grano de arena a tener una mejor sociedad, y dejarle un mejor país a nuestros hijos”.
Si bien considera que casos como La Polar, afectan y dañan la imagen del empresariado, “es un grupo muy pequeño y no todos estamos en esa línea. Hay buenos empresarios, yo soy orgulloso de serlo, que tratamos todos los días de ser buenos empresarios, y no vamos a renunciar a nuestro rol de ser un aporte a la sociedad”.
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