Un fenómeno digno de apreciar es el que se ha producido en este Mundial de Rusia 2018, a la hora de ver equipos europeos con gran cantidad de jugadores de raíz africana.
Kylian Mbappé y Romelu Lukaku, dos de las figuras del certamen planetario, perfectamente pudieron encontrarse en un hipotético choque entre Argelia y Congo.
Si bien países como Egipto, Nigeria, Túnez, Marruecos y Senegal, quedaron tempranamente eliminados y jugadores como Mohamed Salah, Sadio Mané, John Obi Mikel nada pudieron hacer por que sus selecciones no se despidieran tan luego, lo cierto es que el continente africano está representado por 25 jugadores con algún hilo con el continente negro.
Francia, Bélgica e Inglaterra han recurrido a jugadores con ascendencia o con raíces en esa parte del mundo, pero que el destino los ha llevado a jugar bajo los colores de otra bandera y nacionalidad. Sólo Croacia no cuenta con elementos foráneos.
Los galos son, hasta el momento, el equipo favorito para levantar la copa y los que más hombres de raza negra tienen entre sus filas. Si en 1998 Zinedine Zidane, Marcel Desailly y Zizou, contaban con raíces argelinas y ghanesas, 20 años después el número creció a catorce jugadores con relación con África. Mbappé, con sangre de Camerún y Argelia; Paul Pogba, de Guinea, y N'Golo Kanté, de Mali, son tres de sus representantes. Se suman Samuel Umtiti, Ousmene Dembélé y Corentin Tolisso.
En el caso de Bélgica, Romelu Lukaku, Michy Batshuayi y Vincent Kompany tienen ascendencia congoleña. Además Youri Tielemans, pudo representar a Congo. Marouane Fellaini tiene origen marroquí y Kevin de Bruyne, su mamá nació en Burundi. En total, nueve jugadores con una conexión africana.
En Inglaterra Dele Alli y Danny Welbeck tienen conexión con Nigeria y Ghana, respectivamente, y pudieron jugar por esos países.
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