Las monedas emergentes vivieron una nueva jornada de presión ante la escalada del dólar, cuyo rápido fortalecimiento ha motivado la intervención de autoridades en todo el mundo y que ayer anotó nuevos máximos de este año.
La divisa estadounidense rompió el récord que había registrado apenas el viernes, al llegar a avanzar 0,2% y rozar, por primera vez desde diciembre, los 93 puntos en el Índice del Dólar de Bloomberg, que lo contrapone a una canasta de monedas del mundo desarrollado.
El peso argentino, el más golpeado de los emergentes, se fortaleció en la mañana, pero luego retrocedió. El dólar se estabilizó al borde de los 22 pesos, tras un peak de más de 23 pesos la semana pasada, que había obligado al banco central a subir dramáticamente la tasa de interés de 27,5% a 40% en siete días.
Por su parte, el peso mexicano, otro de los grandes afectados, continuaba cayendo hasta sus mínimos de inicios del año. La semana pasada, tuvo su mayor caída semanal desde la victoria de Donald Trump.
Para algunos analistas, el rápido fortalecimiento del dólar recuerda al episodio del “taper tantrum” hace cinco años, cuando el anuncio de que la Reserva Federal de Estados Unidos dejaría de comprar de bonos remeció el mercado global y golpeó con especial fuerza a los emergentes.
Pero otros estiman que el escenario es diferente. “La toma de decisiones en los mercados emergentes es mejor de lo que era hace cuatro o cinco años”, dijo a Bloomberg el analista de AllianceBernstein Christian Diclementi. Agregó que “los balances de cuenta corriente están en mejor forma que en 2013”.
Una excepción es Turquía, cuya moneda ha caído más de 12% frente al dólar este año. El país registra una inflación de 11% y el mercado desconfía de la agenda del presidente Recep Tayyip Erdogan. La rupia de Indonesia también se debilitó ayer, tras un decepcionante reporte de crecimiento del primer trimestre.
La brecha que crece
El impulso del dólar de ayer tuvo entre los factores nuevos datos que apuntan a la debilidad de Europa, así como la tensión mundial sobre el pacto nuclear de Irán, luego de que Trump asegurara que hará anuncios hoy.
Las órdenes industriales de Alemania, la mayor economía de la zona euro, cayeron por tercer mes consecutivo en marzo, con un retroceso de 0,9%. Analistas consultados por Reuters esperaban un crecimiento de 0,5%. En tanto, la confianza de las empresas medida por Sentix bajó a 19,2 puntos, su menor nivel desde febrero de 2017, tras anotar 19,6 puntos el mes anterior.
Los datos se sumaron a los indicadores decepcionantes de la semana pasada, cuando la Comisión Europea recortó a 2,3% sus proyecciones de crecimiento para la zona euro este año y la inflación se ubicó bajo las expectativas. Todo ello ha derrumbado las expectativas que apuntaban a que la recuperación de la región se afianzaría este año, dando espacio al Banco Central Europeo para que retirara los estímulos monetarios que estableció tras la crisis.
En la jornada de ayer, el euro volvió a depreciarse y retrocedió 0,3% frente al dólar, para anotar mínimos desde diciembre. La atención de los mercados se enfocará en los nuevos datos de inflación de EEUU, que se darán a conocer el jueves.
Guerra comercial
Los mercados también reaccionan al fantasma de una guerra comercial entre EEUU y China, con Washington amenazando con aranceles y el gigante asiático prometiendo represalias. Ayer, un boletín económico del BCE advirtió que “en un escenario en que EEUU aumenta los aranceles a todos sus socios y éstos toman represalias, el resultado para la economía mundial es claramente negativo”.
La advertencia también llegó desde la Organización Mundial del Comercio, donde 36 países, incluidos Brasil, México y Canadá, emitieron una declaración conjunta rechazando las acciones unilaterales. “Llamamos a los miembros a abstenerse de tomar medidas proteccionistas para evitar el riesgo de escalamiento”, manifestó el documento. También convocó a “resolver las diferencias con diálogo y cooperación, incluyendo a través de los organismos de la OMC y el sistema de resolución de disputas” del organismo.
Peso chileno lidera caídas y la moneda estadounidense roza los $ 630
El peso chileno fue ayer la moneda más debilitada entre los emergentes por el avance del dólar, aunque aún está lejos de sufrir los efectos vistos en países como Argentina, México y Brasil. La moneda estadounidense cerró ayer su sexta jornada consecutiva de avances, al cotizarse en puntas de $ 629,30 y $ 629,60, un alza de 1,22% ($ 7,60) con respecto al cierre del viernes.
El economista de EuroAmerica Luis Felipe Alarcón señaló que el movimiento corresponde a los hechos en materia internacional, pues las cifras dadas a conocer ayer respaldaban un fortalecimiento del peso local. "Con las cifras locales de la actividad económica debería haber ido al otro lado", señaló el experto.
La semana pasada, el dólar se había encumbrado hasta los $ 622, tras un salto de $ 14 en una semana. La presión por los buenos datos económicos de Estados Unidos coincidieron el viernes con la debilidad del cobre, el principal producto de exportación de Chile. Ayer ese efecto fue menor, con los futuros del metal en la Bolsa de Londres avanzando 0,25%.
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