Tras varios días de una escalada de tensiones entre los gobiernos de Estados Unidos y China en la arena comercial, la Casa Blanca trajo ayer algo de alivio, al informar que no utilizará una ley de emergencia para frenar las inversiones de empresas del gigante asiático en sus pares estadounidenses.
El anuncio fue hecho por altos funcionarios de la administración de Donald Trump a periodistas de manera anónima. Informaron que el jefe de Estado había decidido no invocar la norma, que era vista como una de las medidas más duras que podría haber tomado contra Beijing.
No obstante, aseguraron que Washington no ha cambiado su postura de que las compañías de la segunda economía mundial roban la propiedad intelectual de empresas de EEUU, por lo que el gobierno buscará que el Congreso fortalezca al Comité de Inversión Extranjera (Cfius), para darle atribuciones que le permitan defender a las estadounidenses.
En un comunicado, el propio mandatario manifestó que la nueva legislación “mejorará nuestra habilidad para proteger a EEUU de las nuevas y cambiantes amenazas que ofrecen las inversiones extranjeras, mientras sostiene nuestro ambiente de apertura a la inversión con el que nuestro país está comprometido y que beneficia a nuestra economía y a nuestra gente”.
El anuncio trajo alivio a los mercados, tras varios días de caídas por la posibilidad de una guerra comercial entre las dos mayores economías del planeta. El S&P 500 avanzó 0,7% durante la mañana de Nueva York, aunque terminó cerrando con una baja de 0,86%. En el mercado se mantiene la incertidumbre por los aranceles cruzados que ambas potencias han anunciado a partir del 6 de julio.
Temores en Beijing
Mientras la Casa Blanca parece guardar sus mayores armas, Beijing dio las primeras señales de que la élite china está preocupada por las consecuencias que tendría un enfrentamiento con EEUU.
Según reportó Bloomberg, el Instituto Nacional de Finanzas y Desarrollo de China (NIFD, su sigla en inglés) publicó un documento en el que advirtió que “China muy probablemente verá pánico financiero” en medio de las tensiones comerciales, las bajas de los mercados y la normalización de la política monetaria en EEUU.
El documento, borrado minutos después y confirmado a la agencia de noticias por dirigentes del NIFD, señaló que “prevenir que (el pánico)ocurra y se propague debería ser la primera prioridad de nuestros reguladores financieros y macroeconómicos en los próximos años”.
El think tank, de la Academia China de Ciencias Sociales, agregó que el gobierno debería alistar medidas fiscales y financieras en caso de una crisis sistémica.
En un reporte separado, la Academia de Ciencias Agrícolas del país informó que, de aplicarse los aranceles en julio, el valor de las exportaciones de EEUU a China en ese sector podría reducirse en 40%, lo que golpearía a varios estados que apoyaron a Trump.
Putin y Trump agendan cita para bajar las tensiones
El gobierno de Rusia informó ayer que el presidente Vladimir Putin y su par estadounidense Donald Trump agendarán una cumbre para recomponer la relación rota por los desencuentros en Siria y las sanciones a Moscú. El asesor de Política Exterior del gobierno ruso, Yuri Ushakov, manifestó que el encuentro "será el mayor evento internacional del verano".
El anuncio llegó tras la visita del asesor de Seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, a Moscú. Antes de recibirlo, Putin señaló que su visita "nos da esperanza de que podamos dar al menos los primeros pasos para mejorar las relaciones entre nuestros países".
El juez Anthony Kennedy se retirará a partir de julio.
Trump lograría controlar la Suprema
El Partido Republicano del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría pasar a controlar la Corte Suprema del país, tras el anuncio del juez Anthony Kennedy, de 81 años, quien ayer informó que se retiraría a partir del 31 de julio.
El magistrado, que había sido seleccionado durante el mandato de Ronald Reagan, era visto como una voz de centro, alineándose con los liberales en temas como el matrimonio igualitario y con los conservadores en la derogación de restricciones al financiamiento de campañas.
"Ha sido uno de los honores más grandes de mi vida y un privilegio servir a nuestra judicatura federal durante 43 años, 30 de esos años en la Corte Suprema", manifestó Kennedy en un comunicado.
Al nombrar a su sucesor, Trump crearía la corte más conservadora en décadas. El máximo tribunal del país podría girar hacia la derecha en temas como la pena de muerte, la discriminación racial y los derechos de las minorías sexuales.
El mandatario anunció ayer que realizará la nominación "lo antes posible", para lo cual cuenta con la mayoría simple necesaria en el Senado.
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