La Casa Blanca reveló hoy una lista de productos chinos que serán objeto de aranceles en Estados Unidos, encendiendo la temida guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
El gobierno de Donald Trump impondrá cobros de hasta 25% a importaciones por unos US$ 50 mil millones a partir de julio. La lista incluye a automóviles, helicópteros, herramientas industriales y maquinarias, además de las baterías de litio, entre otros.
Las repercusiones para Chile pueden llegar por el lado del mercado automotor, ya que las fabricantes chinas de automóviles representan más de 10% de la demanda de cobre de ese país, y su participación además va en aumento gracias a los avances de las nuevas tecnologías. Mientras que un automóvil tradicional de gasolina requiere en promedio 25 kilogramos de cobre para su elaboración, los nuevos vehículos eléctricos utilizan 110 kilogramos.
En un comunicado publicado esta mañana, el presidente Trump aseguró que "mi gran amistad con el presidente Xi Jinping y la relación de nuestro país con China son muy importantes para mí (...) pero el comercio entre nuestras naciones ha sido muy injusto por mucho tiempo. Esta situación ya no es sostenible".
Antes del anuncio formal de Washington, Beijing ya había adelantado que tomaría represalias. El Ministerio del Comercio de China dijo que se opone firmemente a la decisión de EEUU, pero tomará "medidas inmediatas de la misma escala" que las anunciadas por la Casa Blanca.
La situación pone a EEUU como rival de gran parte del planeta. La guerra comercial contra China se suma a la que ya inició contra México, Canadá y la Unión Europea, que fueron golpeados con aranceles a la importación de acero y aluminio este mes. Todos han anunciado que responderán con sus propios cobros.
El mercado ya comienza a resentirlo. El precio de la soya caía esta mañana a su mínimo de once meses, ante el temor de que Beijing aplique cobros al sector agrícola estadounidense. Asimismo, el yen japonés se fortaleció frente al dólar, a medida que los inversionistas buscaban refugio de las tensiones comerciales.
El mundo empresarial estadounidense ha salido a criticar la decisión de Trump. El presidente de la Cámara de Comercio de EEUU, Thomas Donohue, dijo en un comunicado que "imponer aranceles hace que el costo de las prácticas comerciales de China sea pagado completamente por los consumidores, manufactureros y agricultores estadounidenses".
Pero Washington asegura que no dará su brazo a torcer. En su comunicado, la Casa Blanca señaló que "impondrá aranceles adicionales si China toma medidas en represalia", entre las cuales podrían estar las barreras no arancelarias o "acciones punitivas" contra empresas estadounidenses en China.
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