Líderes políticos en Alemania están pidiendo al gobierno de Donald Trump en Estados Unidos que retire a su embajador, Richard Grenell, quien abrió una polémica con una entrevista al sitio web Breitbart News.
En dicha conversación, Grenell manifestó que quiere "empoderar a otros conservadores en toda Europa" e incentivar a las personas a alzarse en contra de las élites.
Sus declaraciones llegan días después de que Italia inaugurara un gobierno de fuerzas populistas y euroescépticas. En Alemania y Francia, dichos grupos también han tenido éxitos electorales.
"Si un embajador alemán en Washington dijera que quiere fortalecer al Partido Democrático, sería expulsado inmediatamente", dijo el exlíder del Partido Socialdemócrata alemán, Martin Schulz, cuya colectividad gobierna junto a la Unión Demócratacristiana de Angela Merkel.
"Lo que este hombre está haciendo no tiene precedentes en la diplomacia internacional", sentenció.
Por su parte, la líder del partido de izquierda Die Linke, Sahra Wagenknecht, manifestó que "si el gobierno alemán toma en serio nuestra soberanía democrática, no debería invitar a Grenell ni a un café. Debería expulsarlo de inmediato".
Las tensiones entre Berlín y Washington han aumentado en las últimas semanas, tras la decisión de la Casa Blanca de imponer aranceles a la importación de acero y aluminio desde la Unión Europea, México y Canadá.
El vocero de política exterior de Merkel, Jürgen Hardt, manifestó que "no es mi rol decirle al nuevo embajador de EEUU cómo ejercer sus funciones o a qué medios dar entrevistas".
A través de Twitter, Grenell defendió sus declaraciones, asegurando que "la idea de que apoye a candidatos o partidos es ridícula. Mantengo mis comentarios de que estamos experimentando un despertar de la mayoría silenciosa que rechaza a las élites y a su burbuja. Bajo el liderazgo de Trump".
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