A meses de que comience oficialmente la campaña por las elecciones presidenciales de octubre en Brasil, la carrera por el Palacio de Planalto atraviesa un punto de inflexión esta semana, cuando un tribunal de la ciudad de Porto Alegre se pronuncie sobre la condena contra el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
El histórico líder del Partido de los Trabajadores (PT), quien gobernó la mayor economía de América Latina durante ocho años hasta 2011, se presentará el miércoles ante la Justicia para apelar a un fallo de primera instancia que, en julio, lo condenó a nueve años y medio de cárcel. El exmandatario fue encontrado culpable de corrupción y lavado de dinero, en medio del esquema delictual de la petrolera estatal Petrobras. Entre otros cargos, se le acusa de recibir un lujoso departamento por otorgar contratos públicos a la constructora OAS.
Su eventual condena tiene al país en vilo. Desde hoy, simpatizantes y detractores del exmandatario tienen citadas protestas y manifestaciones en las cercanías del tribunal. Una serie de movimientos de izquierda pretenden acampar afuera del recinto y el PT incluso tendrá entre sus oradoras a la destituida presidenta Dilma Rousseff, sucesora de Lula, quien fue removida del cargo en agosto de 2016 por ocultar el déficit fiscal antes de su reelección. Los organizadores esperan reunir a unas 50 mil personas.
Aunque la decisión del tribunal es apelable, el fallo podría tener efectos sobre las posibilidades de Lula de repostularse. De haber una ratificación unánime de la condena, sólo quedaría una apelación ante la Corte Suprema; por el contrario, un fallo dividido abriría la puerta a repetir el proceso ante la misma instancia.
Asimismo, los magistrados de Porto Alegre podrían modificar la condena inicial o agregar un artículo que bloquee la candidatura del expresidente. De esta manera, el caso también podría llegar a manos de una corte electoral, incluso en paralelo al proceso civil.
La voz de Lula
A medida que se acerca el juicio, el exmandatario ha realizado una serie de eventos, incluyendo a Río de Janeiro y Sao Paulo. Al mismo tiempo, se prepara para publicar un documento llamado Carta al Pueblo, tal como lo hizo en su primera campaña, en 2002.
“Estoy con la tranquilidad de los inocentes”, aseguró el viernes, en una entrevista a medios internacionales desde el instituto que lleva su nombre. Agregó que “si se me prohíbe ser candidato por una decisión política del Poder Judicial, se estaría montando un fraude”.
También criticó al juez Sergio Moro,responsable de la sentencia en primera instancia, acusando un “proceso de criminalización” contra su partido.
Mientras Lula defiende su inocencia, su partido, fuertemente debilitado en las elecciones locales recientes, se une para respaldarlo. Según el profesor de leyes de la Fundación Getúlio Vargas, Rubens Glezer, el partido probablemente postergará la inscripción de la candidatura hasta el último día posible, el 15 de agosto. Con ello, dijo a Bloomberg, “aumentaría el costo político de frenarla judicialmente”.
De lograrlo, el expresidente podría enfrentarse al diputado y exmilitar Jair Bolsonaro, la carta de extrema derecha que lo sigue de cerca en las encuestas, y a la líder ecologista Marina Silva, exsenadora que postulará por tercera vez a la presidencia. Por el contrario, si la candidatura de Lula es bloqueada, Rousseff suena como una opción para representar al PT.
Efecto en el mercado
Ante el comportamiento reciente de la bolsa brasileña, analistas consultados por Bloomberg dicen que ninguno de los posibles resultados del miércoles ha sido completamente incorporado a precio. Por ello, dicen, cualquier decisión judicial moverá al mercado.
De reafirmar o aumentar la condena, el socio y administrador de Modal Asset, Luiz Eduardo Portella, prevé una reacción “positiva, pero limitada”.
Agrega que , si esa decisión es unánime, el Bovespa podría subir 10%. En ese escenario, según el estratega macro de XP Securities Daniel Cunha, el real podría subir hasta los 3,15 por dólar. La semana pasada, con los inversionistas a la espera, se mantuvo en un rango de entre 3,20 y 3,33 por dólar.
En tanto, una improbable revocación de la condena podría restar entre 4 mil y 5 mil puntos al principal índice brasileño, señaló el administrador de portafolio Mario Avelar, de Avantgarde Capital.
Esta última opción, dicen, es menos probable, pues la corte regional ha ratificado todas las sentencias de Moro anteriormente. Para el economista jefe de Garde Asset, Daniel Weeks, ello “tomaría al mercado por sorpresa, como el Brexit o Trump”.
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