El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, subió ayer el tono de sus amenazas por la inminente llegada de un grupo de unos 1.200 inmigrantes, algunos de los cuales pretenden ingresar al país norteamericano.
A través de su cuenta de Twitter, el mandatario señaló que estaba “en juego” el acuerdo de Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, su sigla en inglés) que EEUU tiene con México y Canadá, y que está en plena renegociación. También sostuvo que la situación amenazaba el envío de ayuda humanitaria a Honduras.
“La gran caravana de personas de Honduras, que ahora atraviesa México y se dirige a nuestra frontera de ‘leyes débiles’, mejor para antes de llegar allí”, escribió el mandatario en la red social. “El Nafta está en juego, al igual que la ayuda extranjera para Honduras y los países que permitan que esto pase. ¡El Congreso debe actuar ahora!”
El grupo, comandado por la organización no gubernamental de ayuda a migrantes Pueblo Sin Fronteras, consiste en su mayor parte de ciudadanos hondureños, pero también de otros países centroamericanos. Según dijo a la BBC uno de los líderes, Irineo Mujica, la mayoría pretende quedarse en Ciudad de México, mientras otros podrían ir a EEUU.
Pero Trump no sólo hizo amenazas políticas, sino también militares. Durante un almuerzo con líderes de los Estados bálticos en la Casa Blanca, dijo a periodistas que “hasta que podamos tener un muro y seguridad fronteriza, vamos a estar vigilando nuestra frontera con nuestras Fuerzas Armadas”.
El complejo Nafta
Las amenazas de Trump llegan en un momento difícil para el gobierno de México, que espera lograr un nuevo acuerdo por el Nafta antes de las elecciones presidenciales del 1 de julio. De no lograrlo, la negociación corre el riesgo de dilatarse aún más o, incluso, quebrarse del todo. El candidato que lidera las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, podría querer aplicar sus propias visiones de izquierda al acuerdo comercial.
Por ello, el gobierno azteca ya ha comenzado a dar señales de que endurecerá su postura. Aunque concedió visas humanitarias a los inmigrantes que eran elegibles para ello, el lunes aseguró que se han deportado al menos 400 personas desde que el evento comenzó hace más de una semana.
“Bajo ninguna circunstancia, el gobierno mexicano promueve la migración irregular”, manifestó el lunes un comunicado conjunto de los ministerios del Interior y Relaciones Públicas del país.
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