El presidente estadounidense Donald Trump cumplió su promesa y anunció ayer que el país impondrá aranceles al acero y aluminio importados, de 25% y 10%, respectivamente. El decreto será firmado “la próxima semana”, informó el mandatario tras una reunión con los productores nacionales de metales. “Tendrán protección por primera vez en mucho tiempo”, dijo, dirigiéndose a ellos.
Trump tiene hasta el 11 abril para decidir qué medidas adoptar para el acero y hasta el 19 del mismo mes para el aluminio, después de una investigación del Departamento de Comercio sobre los efectos de las importaciones en los productores nacionales. La Casa Blanca busca aplicar las medidas bajo la cláusula de “seguridad nacional”.
“Nuestras industrias de acero y aluminio han sido afectadas por décadas de comercio injusto y malas políticas con los países del mundo. No tenemos que dejar que se aprovechen más de nuestro país, las empresas y los trabajadores. Queremos un comercio libre, justo e inteligente”, tuiteó el mandatario en la mañana.
Con la decisión de imponer un impuesto único, Trump parece haber descartado otras opciones que ofrecía el departamento, como impuestos más altos –de hasta 53%- a doce países, incluyendo China, India y Rusia, o cuotas. Las cifras anunciadas ayer también están por encima de las recomendaciones publicadas la semana pasada, de 24% para el acero y de 7,7% para el aluminio.
Con eso, Trump golpeará a China –el principal adversario de Washington desde que el mandatario asumió su cargo- pero también a sus aliados americanos y europeos.
Canadá ya afirmó que los aranceles son “inaceptables”, mientras que la Unión Europea caracterizó la medida como una “intervención descarada” y prometió dar una “respuesta firme y proporcional” en los próximos días en el marco permitido por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En Sudamérica, Brasil, el segundo mayor exportador de aluminio hacia EEUU, y Argentina, el número seis en envíos de acero, serán los más afectados por la medida.
Impacto en la economía
Pero aparte de dañar a sus socios comerciales, la medida también golpeará a la economía estadounidense en vez de impulsarla, aseguran los expertos, ya que elevaría los precios de algunos productos dentro de EEUU, como los autos. “Estos aranceles sin duda elevarán los costos para las empresas estadounidenses que dependen de acero y aluminio y finalmente, para los consumidores”, dijo Jack Gerard, presidente del Instituto Americano de Petróleo.
Una fuente de Reuters aseguró que el anuncio afecta los planes de la expansión de la refinería de crudo de Exxon Mobil –el mayor productor de petróleo estadounidense- en Texas.
“Seremos claros: el presidente está proponiendo un aumento masivo de impuestos para los estadounidenses. Esperaríamos una política tan mala de una administración de izquierda, no supuestamente republicana”, criticó, por su parte, el senador oficialista Ben Sasse.
El presidente de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley, criticó ayer las barreras comerciales, destacando que “el proteccionismo no es la respuesta”.
Según Trump, la medida emparejará el campo de juego para las empresas nacionales y hará más fácil para las firmas crecer y contratar trabajadores. El mandatario elogió ayer la mayor expansión del sector manufacturero de EEUU desde mayo de 2004: el indicador del Instituto para la Gestión del Abastecimiento (ISM, su sigla en inglés) alcanzó en febrero 60,8 puntos, frente a los 59,1 de enero. Pero precisamente las fábricas estarán entre los mayores afectados. “Es un gran error. Agregará tanta disrupción y costos. Ya no producimos mucho acero, así que tendremos que importarlo de todas maneras”, afirmó el presidente del ISM, Timothy Fiore.
El anuncio de Trump llevó al índice industrial Dow Jones a hundirse más de 2% antes de recuperar parte del terreno. Por el contrario, las acciones de los productores estadounidenses de metales saltaron tras la declaración: Century Aluminium subió más de 11% y AK Steel ganó 10,5%.
Relaciones con Beijing
La decisión tensionará aún más las relaciones de EEUU con China, en medio de la visita del principal asesor económico de Xi Jinping, Lui He, a Washington.
A fines de enero, EEUU anunció aranceles de 30% a los paneles solares, en el primer golpe directo a China. El martes, la Casa Blanca introdujo aranceles al papel de aluminio chino, de entre 48,6% a 106,1%, afirmando que el producto está subsidiado.
El gobierno de Xi aseguró anteriormente que cualquier restricción estadounidense será contrarrestada con medidas vengativas y ya está evaluando aranceles a los productos agrícolas estadounidenses. “Cuando lo haces, recibes una respuesta. La agricultura es el principal objetivo”, aseguró ayer el senador Pat Roberts, presidente del comité de agricultura.
VER MÁS
MARKET DATA
<%userdata?.email%>
Editar perfil
Credencial
Salir
(Twitter)
Instagram
Facebook
LinkedIn
YouTube
TikTok
Alto contraste
Estados Unidos
