Deterioro en presupuesto de Brasil pone presión a Dilma para reducir el gasto fiscal

Isabel Ramos Jeldres

Las cuentas fiscales brasileñas dieron claras señales de deterioro ayer, acusando recibo del fuerte impulso en el gasto del gobierno, para apoyar la campaña de la candidata oficialista, Dilma Rousseff.

El déficit de presupuesto se amplió más de lo esperado en noviembre a un máximo en cuatro meses, colocando presión a Rousseff, que asume el 1 de enero, para que cumpla su compromiso de reducir el gasto fiscal.

El déficit, que incluye a la administración federal y a los gobiernos locales, además de las empresas estatales, subió a 14.400 millones de reales (US$ 8.500 millones) el mes pasado, desde 6.400 millones de reales en octubre, informó ayer el banco central.

El aumento del gasto pone presión al banco central para continuar el ajuste de la política monetaria en enero, afirmó a Bloomberg el economista jefe de Banco Schahin, Silvio Campos. Asimismo, el fracaso en controlar el crecimiento del gasto público ha dañado la credibilidad del gobierno ante los inversionistas, agregó.

El superávit primario consolidado (presupuesto antes del pago de intereses), por su parte, descendió a 4.200 millones de reales en noviembre, frente a 12.300 millones de reales en el mismo mes del año anterior.

Pese a que la cifra fue mayor a la que esperaban los analistas consultados por Reuters, el superávit sumó 2,51% del Producto Interno Bruto en doce meses hasta noviembre, por debajo de la meta del gobierno de cerrar el año con un superávit de 3,1% del PIB. El propio ministro de Hacienda, Guido Mantega, reconoció el día anterior que no se alcanzará el objetivo del gobierno. Basado en noviembre, no lo lograríamos, advirtió.



Aumento de aranceles

El gobierno dio además ayer una señal de que aumentará el proteccionismo al anunciar que subirá los aranceles a la importación de juguetes chinos, para hacer frente a la apreciación de 37% del real frente al yuan en los últimos dos años.

Los aranceles a catorce tipos de juguetes, que incluyen muñecas, puzzles, triciclos y trenes eléctricos subirán a 35%, desde 20% hasta fines de 2011, informó la Cámara de Comercio Exterior a través de en un comunicado.

La cámara aseguró que actuaba a petición de los fabricantes de juguetes brasileños, para ayudarlos a combatir el alza de las importaciones, de las cuales un 90% proviene de China.

La importación de los bienes afectados por la nueva medida sumó US$ 290 millones entre enero y noviembre de este año, según datos del Ministerio de Comercio.

Una de las formas de controlar la apreciación del real es disminuyendo el gasto fiscal.