Pisando el acelerador. Para nadie es un secreto que el manejo forestal en Perú se ha ubicado, por muchos años, en un segundo plano de importancia para los gobiernos de turno.
El motivo: la informalidad del sector y el poco acceso a información de primera mano, que hacen de esta tarea una de las más difíciles de cumplir.
Al respecto, la directora general Forestal y de Fauna Silvestre del Ministerio de Agricultura (Minagri), Fabiola Muñoz, reveló que existe un plan para revertir tal situación, el cual debe iniciarse, entre otras acciones, con un proceso de concesiones forestales.
“Anteriormente, cuando entregábamos las concesiones forestales lo hacíamos a base de información referencial muy antigua, que mucha veces no reflejaba lo que se tenía en realidad en los bosques”, anotó.
En ese sentido, informó que, de cara a los nuevos concursos, lo que se ha aprendido es que uno de los elementos críticos para entregar una buena concesión es saber qué recursos hay en el bosque.
“Por eso, hoy estamos trabajando en el inventario de Bosques de Producción Permanente, que son áreas para el aprovechamiento forestal maderable”, dijo.
En cartera
En este contexto, Muñoz adelantó a Gestión que el gobierno busca lanzar, al menos, cuatro millones de hectáreas en nuevas concesiones forestales en los próximos dos años. “Las regiones que se estarían considerando en este nuevo paquete son Loreto, Ucayali, San Martín, Cusco y Madre de Dios”, detalló.
En el caso de Ucayali, donde se está en pleno inventario de los Bosques de Producción Permanente, precisó que la dimensión es de aproximadamente un millón de hectáreas. “Ahora en Loreto (donde también es un millón de hectáreas) la idea es iniciar esta tarea en las próximas semanas”, anotó.
Según la funcionaria, conocer el real potencial de la zona a concesionarse, así como su zona de influencia permitirán atraer inversionistas de talla mundial.
“Estamos trabajando fuertemente para lograr que las regiones tengan una zonificación forestal”, añadió.
El negocio
Según Muñoz, actualmente es muy difícil que una concesión forestal pague US$ 2 por hectárea, porque no es un negocio rentable. “El Estado debe poner un precio base que vaya de acuerdo con lo que se tenga en el bosque a concesionarse. Hay inversionistas que están dispuestos a pagar si es que se les asegura una concesión sin conflictos para trabajar”, puntualizó.
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