La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, acudió hoy el Tribunal de Justicia de la República francesa (TJR), que ha organizado un careo con el que fuera el jefe de su gabinete cuando era ministra de Finanzas, Stéphane Richard, actual presidente del operador Orange.
Los magistrados del TJR -el único habilitado para juzgar a personas aforadas- quieren aclarar con este careo las diferentes versiones que Lagarde y Richard han dado sobre la decisión de optar en 2007 por un controvertido arbitraje privado para solucionar un contencioso entre el Estado y el empresario y ex ministro Bernard Tapie.
La cuestión de fondo es si el recurso a ese arbitraje, que dictaminó una indemnización de unos 400 millones de euros abonados por las arcas públicas a Tapie, fue una medida de favor para este empresario, conocido por su amistad con el presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, de cuyo gobierno formaba parte Lagarde.
Los instructores no han imputado a Lagarde, algo que le habría imposibilitado seguir al frente del FMI, pero en una anterior convocatoria para declarar en mayo de 2013 la pusieron bajo el estatuto de "testigo asistido", que está a medio camino entre el de inculpado y simple testigo.
El principal objetivo del careo de hoy es determinar si Richard, en tanto que jefe de gabinete que gestionó la organización del arbitraje privado en el caso de Tapie, tenía en 2007 instrucciones escritas expresas recibidas de la entonces ministra.
El actual presidente de Orange es uno de los cinco imputados en este caso por estafa en banda organizada, al igual que el propio Tapie, su abogado Maurice Lantourne, uno de los jueces que dirimió el arbitraje, Pierre Estoup, y Jean-François Rocchi, el que fuera responsable del organismo estatal a cargo del banco Crédit Lyonnais con quien tenía el contencioso el hombre de negocios.
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