Sólo este mes, el arte suma ventas por US$ 2.400 millones

Todo sube y todo se vende. El problema es conseguir obras. Por eso, cuando una obra es importante las casas de subasta deben dar garantías. Esto significa que si no se vende en la estimación, igual se la deben comprar al remitente al precio fijado. Por suerte, el mercado está en alza. Los incrementos anuales para las obras importantes ronda el 66% anual, superando al índice de las acciones de Wall Street, que es de 26% anual.

Christie’s lleva vendidos en 33 subastas este mes, US$ 1.300 millones y aún restan 47 subastas en los próximos 12 días. Una es la de Arte Latinoamericano, que recaudará 
US$ 30 millones, con mayoría de obras de Botero (40); cuatro de Berni y de Xul Solar, y dos Kuitca. En Nueva York, vendió por 
US$ 1.065 millones, y en Suiza por US$ 174 millones en joyas y relojes. En arte realizado luego de 1945 llegó a US$ 744 millones, destacándose la venta del Bacon y de la escultura de Jeff Koons. En Ginebra vendió 50 relojes Rolex en US$ 14 millones y uno de ellos superó el millón.

Por su parte, Sotheby’s recaudó 
US$ 1.100 millones. En Nueva York llegó a US$ 851 millones, y en Suiza a US$ 200 millones, con un diamante rosa en US$ 83 millones. De arte posterior a 1945 recaudó US$ 475 millones; de arte impresionista unos US$ 350 millones, sobresaliendo la venta de un Warhol en US$ 105 millones; una escultura de Giacometti en US$ 50 millones y dos Picasso, uno en US$ 40 millones y otro en US$ 31 millones. Además revolucionó el mercado de pintura española al vender un Sorolla en casi US$ 5 millones.

Mercado argentino


En Buenos Aires se realizaron ocho subastas con tan sólo una importante de la casa Roldán, que vendió muy bien arte contemporáneo y moderno.

Como el arte de los argentinos es muy barato, los precios son una milésima de lo que se paga en el mundo. Las mayores ventas fueron un Quinquela en US$ 42.000, y una escultura de Marta Minujín en 
US$ 39.000. Lo más destacado fue un collage de 35x28 cm de Jorge De la Vega que se pagó US$ 26.000. Por un típico Deira se pagaron US$ 41.000; por un Bonevardi, US$ 22.000; por un Pombo US$ 19.000; un Battle Planas costó US$ 17.000; una obra de Yente, (la recordada mujer de Del Prete), 
US$ 15.000; y un dibujo de Aizemberg, US$ 14.000.

El diamante rosa se subastó por una cifra que llegó a los US$ 83 millones.