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Etiquetado: Las primeras semanas entre discos pare

Todos los actores se han debido adaptar, pero para nadie ha sido traumático, ya que desde la industria reconocieron estar “preparados”. En el Minsal el trabajo ha sido de cooperación y muestra de ello es el convenio con el CNTV.

Por: Nidia Millahueique M. | Publicado: Viernes 22 de julio de 2016 a las 04:00 hrs.
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El próximo 27 de julio, la ley de etiquetado de alimentos cumple su primer mes operando. Pese a lo que se esperaba, las primeras semanas han sido menos traumáticas de lo que se pensaba. Esto, porque la mayoría de las empresas alcanzaron a cumplir con los discos pare. Sin embargo, también ha habido garrote: ya van más de 100 sumarios a nivel nacional y los supermercados han sido los principales afectados.

La normativa fijó el etiquetado frontal de advertencia en los alimentos que superan los límites establecidos por el Ministerio de Salud para calorías, grasas saturadas, azúcares y sodio; prohibición de publicidad dirigida a los menores de 14 años de estos alimentos; y prohibición de venta y publicidad de estos alimentos en establecimientos educacionales de pre-básica, básica y media.

Pero para todos los actores de la industria ponerse a punto con la ley fue una tarea titátinica, ya que no fue fácil adaptarse a la realidad de ver qué hacer con 25 millones de productos. Y, ante esto, las alternativas que surgieron en el momento eran botarlos, etiquetarlos ellos o vender más barato.

De momento hay dos procesos con final abierto. Las empresas que más han estado en el tapete en el último mes han sido Ferrero Rocher y McDonald’s, las que han tenido complicaciones con sus productos Kinder Sorpresa y Cajita Feliz, respectivamente. Ambas entregaban juguetes a menores de 14 años en productos que exceden los límites nutricionales, y la autoridad no tardó en lanzarse contra ellos. Una encuesta de la Universidad San Sebastián reveló que un 71% de los consultados está de acuerdo con que se prohíba la entrega de regalos en los productos alimenticios dirigidos a niños.

Pero toda la industria se ha estado adaptando a esta nueva realidad. Por ejemplo, en Líder, se elaboró un manual con más de 5.000 productos afectos a etiquetado y se instruyó a miles de colaboradores de los centros de distribución y locales sobre los que deberían llevar íconos. A ello se suma que se modificó completamente el sistema de balanzas de las secciones de panadería, pastelería, deli y fiambrería para adaptar las etiquetas a la nueva normativa.

En Unimarc desde principio de año comenzaron a trabajar en una serie de iniciativas, “tanto a nivel interno como también en coordinación con nuestros proveedores y los resultados obtenidos actualmente reflejan el compromiso la compañía para cumplir esta nueva norma”. Y precisaron que “continuamos implementando todos los procedimientos necesarios que aseguren su plena ejecución en cada una de nuestras tiendas. Si bien la autoridad ha hecho algunas observaciones, estas son propias de las primeras semanas en un proceso de cambios como los que generó la nueva ley”.

Publicidad se adapta

La publicidad también ha debido adaptarse. Desde la Asociación Chilena de Agencias Publicidad (Achap) señalan que para ellos la normativa sigue siendo estricta y se han abierto nuevos espacios de disputas entre marcas, en cuanto a “sacar ventaja de eso y tratar de aparecer como un beneficio propio de una marca algo que es común a todas las demás que estén en la categoría”, dijo Jorge Jarpa, gerente general de la entidad.

“Lo que está haciendo Minuto Verde es algo competitivo. Pero cuando Soprole promociona un postre diciendo que está libre de sellos, hay otros postres en el mercado que no están libres de sellos, entonces ahí se entiende”, agregó.

Baja demanda de industria gráfica

La producción de envases flexibles, estuches y etiquetas industriales, asociadas a tecnologías mayoritariamente flexográficas y de huecograbado, como también digitales, tuvieron una intensa demanda especialmente durante los meses de enero a mayo. “Esta situación se vio acelerada por los tiempos ajustados del retail, con el objetivo de alcanzar a disponer la producción antes de la entrada en vigencia de la normativa de etiquetado. En julio la demanda ha estado muy por debajo de los meses anteriores, y las imprentas y convertidores están con capacidad de atender nuevos requerimientos”, reconocieron desde la Asociación de Industriales Gráficos de Chile (Asimpres).

Pero tienen confianza en que esto mejorará dado la estacionalidad de la industria del agro, y la demanda habitual del segundo semestre del retail.

El trabajo del CNTV

Desde el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) además de comenzar a monitorear qué publicidades se transmiten en horarios para menores, comentaron que “paralelo a la fiscalización que desarrollaremos, queremos desplegar junto al Ministerio de Salud un trabajo de Educación en Medios, desde una perspectiva que privilegia la promoción en salud y no la sanción, buscando un impacto directo en la salud de los menores de 14 años, donde podamos promover la perspectiva de una vida saludable, que involucre a la ciudadanía y que podamos proyectar a lo largo de Chile”. El convenio les permitirá apoyar la gestión en el ámbito de la publicidad, ya que “el CNTV se compromete a entregar información respecto de la oferta de publicitaria emitida en los canales de televisión abierta y pagada, por bloque horario, día de la semana, tipo de productos y horas de publicidad”.

Por su parte, la jefa del Departamento de Nutrición y Alimento del Minsal, Lorena Rodríguez, dijo que “probablemente la próxima semana” la cartera lance la segunda campaña publicitaria. “Nuestra idea es potenciar la ley. Es posible que esté más enfocada a los niños, que fueron los motores de la normativa, pero también en cómo los adultos cuidamos a los niños”, dijo.

Los hábitos de los consumidores son más fuertes que advertencias en sellos

El reglamento de etiquetado de alimentos tiene por objetivo principal proteger la salud de las personas, en especial de los niños y niñas.

Por lo mismo, incorpora en su marco regulatorio la entrega de información más clara y comprensible al consumidor por medio del sello de advertencia "ALTO EN", como ya es familiar en cualquier pasillo de supermercado. Además, busca una oferta saludable de alimentos al interior de los colegios y proteger de una sobreexposición de la publicidad.

Pero según un sondeo realizado por Diario Financiero a clientes de supermercados y quioscos, las personas no muestran un cambio en su conducta. Fernando San Marín, dueño de un quiosco del centro de Santiago, dice por ejemplo que "las personas al momento de comprar no toman en cuenta los sellos".

Y añade que "lo que más sigo vendiendo son los snacks, tanto los salados como los dulces", los que en su mayoría traen dos sellos: alto en grasas saturadas y alto en calorías.

Con algunos matices es la opinión de las personas al interior de los supermercados, ya que si bien igual los clientes compran productos que tengan sellos, se demoran un poco más en evaluar los alimentos.

"Uno puede tomarse todo el tiempo para escoger el producto que sea más saludable, pero finalmente uno siempre opta por lo tradicional, cuesta mucho cambiarse de marca por un sello o dos. Finalmente depende de cuánto consumas y por ejemplo es un poco complejo que de una sola vez te comas un paquete de cereales", explica una consumidora.

La mayoría de los consumidores consultados coincidieron en la sopresa que se llevaron cuando vieron que alimentos light o sanos, sí poseen algún "disco pare".

"Yo compro siempre el cereal Fitness y a mis hijos les compro Natur, porque supuestamente son sanos. Pero cuando vi que que tenían sellos me sorprendí", dijo Claudia Sepúlveda, mientras compraba en un supermercado.

La jefa del departamanto de Nutrición y Alimentos del Minsal, Lorena Rodríguez, recordó que el nuevo esquema ha provocado dudas iniciales. "Están confundidos y no saben qué comprar. Por eso ahora viene un proceso de aprendizaje. La alternativa es a elegir productos con menos sellos y si no tienen mejor", dijo.

Minsal: fiscalizaciones a nivel nacional llegan a 350 y los sumarios a 140

"Todavía no tenemos una evaluación formal. Nosotros a los seis meses de implementado vamos a tener una evaluación hecha por un grupo académico".

Así de clara fue Lorena Rodríguez, jefa del departamento de Nutrición y Alimentos del Ministerio de Salud, al ser consultada por la evaluación que hacen desde la secretaría de Estado al primer mes que va a cumplir el reglamento.

Eso sí, comentó que la impresión que tienen desde el punto de vista de la población, tanto por las preguntas que han recibido a través del sistema web del ministerio, como por los mails y los diálogos ciudadanos realizados en las regiones, "es que la gente está entendiendo, pero de ninguna manera nosotros podemos afirmar en tan poco tiempo que las personas van a cambiar la conducta de alimentación".

Para la doctora, finalmente se está logrando llegar al público objetivo que son los niños, ya que ellos "reconocen los logos e incluso los usan en memes y eso a nosotros nos parece bien, porque el tema está puesto en la mesa".

La autoridad también enfatizó que un punto importante a nivel de implementación durante el primer mes "es que estamos haciendo harta fiscalización con enfoque de riesgo y eso significa que hemos privilegiado alimentos como las golosinas, los snacks (dulces y saladas), las bebidas azucaradas. Y también los lácteos y cereales".

En este contexto, aseguró que a la fecha "tenemos 350 fiscalizaciones a nivel nacional que hemos hecho a establecimientos que venden alimentos y en establecimientos educacionales. De esos tenemos alrededor de 140 sumarios en curso. Esto no quiere decir que todos estos sumarios vayan a terminar en culpabilidad, porque después del proceso de sumario vienen los descargos y tras eso uno decide".

Consultada por las metas que tienen en el Minsal en torno a la normativa, comentó que "medimos la obesidad en niños menores de seis años una vez al año. Por lo tanto, ese indicador lo vamos a tener, pero no esperamos resultados en diciembre de este año o el próximo".

"Lo primero que tiene que pasar es que la gente mire y lo entienda, lo segundo es el cambio en la conducta de compra, después cambia la conducta de consumo y sólo después de cinco o incluso diez años empiezan a cambiar las prevalencias nacionales de obesidad", recalcó.

"Nosotros vamos a estar mirando las cifras, pero si tú me preguntas si las cifras de diciembre de 2016 van a cambiar, altamente probable que no cambien con suerte se van a estabilizar", aseguró.

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