Reforma Tributaria y normativa de liquidez: ¿conversan?

La Reforma Tributaria tiene implicancias directas sobre el atractivo de los fondos mutuos. Esta contempla que si un inversionista compra cuotas de un fondo mutuo que invierte en depósitos bancarios, las ganancias de dicha inversión se encontrarían afectas a una tasa única de 10%. En cambio, si el mismo inversionista toma directamente un depósito bancario, las ganancias que perciba constituirán rentas afectas al Impuesto Global Complementario y su tasa impositiva podría llegar al 35%. La lógica de este incentivo a la industria de Fondos Mutuos no es evidente.

La industria de fondos mutuos en Chile exhibe un tamaño relativamente alto. Para ejemplificar, el patrimonio administrado por esta industria, como proporción del tamaño de la economía, es uno de los más altos de la OCDE. En este sentido, los incentivos planteados en la Reforma Tributaria potenciarán aún más la expansión de una industria que ya es relativamente grande para estándares internacionales.

Desde la perspectiva de la banca, los incentivos planteados se traducirán en una mayor dependencia del financiamiento vía fondos mutuos, en desmedro de una menor participación del financiamiento directo de hogares y empresas. Sin embargo, desde la perspectiva de las autoridades y reguladores bancarios, esta combinación no es deseada. Esto, ya que los depósitos administrados a través de inversionistas institucionales serían más volátiles que aquellos depósitos realizados directamente por hogares y empresas.

De hecho, tanto la actual normativa bancaria de liquidez como los cambios planteados recientemente por el Banco Central recogen precisamente este punto y, contrario a los cambios impositivos introducidos en la Reforma Tributaria, incorporan incentivos para que los bancos reduzcan su financiamiento de inversionistas tales como los fondos mutuos o, equivalentemente, la normativa introduce mayores costos a esta fuente de financiamiento. La combinación de estos incentivos, que apuntan en direcciones opuestas, se traduciría en un mayor costo de financiamiento para la banca, conduciendo esto a mayores tasas de interés, afectando negativamente la actividad bancaria.

El reciente protocolo en materia tributaria se enfocó en los grandes temas que subyacen a la Reforma Tributaria, estando aún pendiente el afinamiento de los detalles y aristas que deban dar lugar a un marco coherente y consistente. Entre estos ajustes debieran considerarse las implicancias para la industria de fondos mutuos y la banca.