Columnistas

Desarrollo sustentable y sentimiento constitucional

José Antonio Ramirez Abogado Doctor en Derecho/Profesor de constitucional Universidad Católica de Chile

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José Antonio Ramirez

La Constitución representa el pacto-compromiso para cobijar los valores jurídicos que forman el ideario nacional.

De este modo no significa desprenderse de valiosos principios que forman parte de nuestra historia constitucional y que han permitido pasajes notables en la construcción del país. La búsqueda del mejor derecho posible –siguiendo a Lombardi- es permanente y significa perseverar en lo positivo e incorporar aquello que nos proporciona las herramientas esenciales para seguir creciendo, ahora con grados mayores de equidad y sustentabilidad en el desarrollo.

En las construcciones de las constituciones democráticas todos ganan, pues los consensos son pieza clave en la casa institucional en la cual todos convivimos y nos desarrollamos.

Los ideales de justicia pueden y deben conjugarse con el crecimiento económico. Son compatibles la equidad con el emprendimiento, la justicia con el mercado. Se necesitan y se complementan.

El derecho constitucional euroatlántico, especialmente tras las post-guerras mundiales, es una clara enseñanza de que propiedad privada y función social de la misma son compañeras de viaje en la búsqueda permanente e incansable de la realización de las personas y de la comunidad nacional.

En el ámbito económico, la libertad empresarial, la inversión en infraestructura, precisa de un marco regulatorio que permita realmente ejecutar los emprendimientos, pues siempre requieren del adecuado apoyo de la gestión administrativa del Estado. Esto permite, por ejemplo, evitar dilaciones en las autorizaciones y permisos de los proyectos, enervar los abusos de posiciones monopólicas, proteger el medio ambiente.

De la misma manera, los mecanismos de control de legalidad no impiden que las autoridades actúen ágilmente cumpliendo con las propuestas de políticas públicas y de crecimiento económico.

Chile se abre de manera inédita -dentro del sistema democrático vigente- al enriquecedor debate de mejorar y robustecer la estructura institucional, para lograr los objetivos y deseos de la comunidad nacional: desarrollo económico sustentable dentro de un vigoroso régimen democrático.

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