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Educación financiera, un desafío país

Eugenio Tuma

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La educación financiera se ha instalado como un elemento para disminuir las asimetrías que persisten en el mercado entre consumidores y las instituciones financieras.
La masificación de los servicios financieros, la mayor complejidad de los productos y la mayor incidencia del crédito en la economía familiar, no ha ido acompañada de instrumentos que faciliten la toma de decisión informada por parte de los consumidores, lo que lesiona las condiciones de transparencia que demanda un mercado sano.
En nuestro país operan 6.628.892 tarjetas de créditos, sumando las tarjetas titulares y adicionales, existen 3.357.899 de cuentas corrientes, 5.454.043 deudores por Créditos de Consumo, Hipotecarios y Comerciales.
El crédito no es un servicio accesorio, el 70% de las operaciones de microcrédito están orientadas al consumo de bienes básicos como alimentación, vestuario, salud o educación.
En este contexto de consumo masivo a través del crédito la educación financiera es un desafío complejo, si consideramos que el 84% de los chilenos no comprende adecuadamente lo que lee y sólo el sólo el 10% de los chilenos con educación superior cuenta con las habilidades esperadas para su nivel de instrucción.
Por eso las propuestas de educación financiera deben incorporar este contexto sociocultural y establecer estrategias que genuinamente contribuyan a nivelar conocimientos que no incorporaron en el proceso de educación formal. Es preciso diferenciar las acciones de publicidad o posicionamiento en el mercado, respecto a iniciativas que contribuyan a una mayor transparencia.
Chile participará en la opción de Educación Financiera en las pruebas PISA de 2015, como preparación para su estrategia nacional y con el objetivo de crear una línea de base para medir las necesidades y brechas potenciales de educación financiera entre los jóvenes del país. Es preciso integrar las iniciativas que se encuentran dispersas en los organismos públicos y establecer una estrategia de educación que ponga en el centro el desarrollo de las capacidades de los consumidores y les otorgue mayores herramientas para ejercer sus derechos.

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