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Columnistas

El factoring como instrumento anticíclico

Sergio Domínguez Gerente de Planificación y Desarrollo Corporativo de Contempora

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 30 de marzo de 2016 a las 04:00 hrs.

La economía chilena sigue débil. Con un crecimiento proyectado para este año por debajo del 2% y un poco superior para 2017, claramente no hay señales de recuperación en el corto y mediano plazo. Sólo nos queda adaptarnos a esta realidad.

Sin embargo, dentro de este contexto, hay espacios para que las pymes sigan haciendo negocios. Y aunque ciertamente el financiamiento tradicional, a través de la banca, se complica bajo estas condiciones, hay alternativas como el factoring que permiten obtener liquidez para continuar operando y emprendiendo. Todo indica que estos instrumentos, pese a que tuvieron una caída en sus operaciones durante 2015 –lo que se reflejó en una baja de las ventas de 8,6%, tras años de crecimiento-, para 2016 deberían recuperarse, anotando una expansión de 5% del mercado, según estimaciones de la Asociación de Factoring (Achef). En suma, se trata de una industria contracíclica.

De hecho, este mercado debiera tener una importante expansión, a raíz de la entrada en vigencia de la obligatoriedad de que las pymes sólo operen con factura electrónica, a contar del próximo 1 de agosto. De acuerdo a la nueva legislación, las empresas urbanas con ingresos anuales por servicios y ventas superiores a las 2.400 UF y menores o iguales a las 100.000 UF tienen la obligación de incorporarse a este sistema. Así se podrían sumar hasta 90 mil pymes. Esto, sumado a que las grandes compañías ya entraron al sistema (fue un ingreso paulatino), debería redundar en un mayor uso del factoring.

Adicionalmente, el encarecimiento de las operaciones crediticias con los bancos debería llevar a que crezcan las operaciones con ese instrumento. Hay que tomar en cuenta que a contar del 1 de enero del presente año, el impuesto de timbre y estampillas de duplicó, subiendo desde 0,4% a 0,8%. Así, las operaciones bancarias se hicieron más caras y el factoring, una mejor alternativa.

En otro plano, el factoring ha seguido con un razonable nivel de morosidad, pese a la desaceleración de la economía. De hecho, el año pasado se ubicó en 4,5%, lo que implicó una rebaja respecto del 4,7% de 2014.

Así, es esperable que las pymes y los emprendedores acudan mucho más a este instrumento de financiamiento en el presente año, por lo menos en sectores como servicios, agricultura y construcción, aunque en este último caso, por debajo de 2015, quedando la duda respecto de la incidencia que tendrá el ajuste fiscal del gobierno, que al disminuir la demanda de servicios y productos a las pymes (proveedores), podría afectar a este sector.

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