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Alto contrasteLejos de haber quedado atrás con las breves declaraciones que hizo la Presidenta a su regreso de vacaciones en Caburgua, el escándalo denominado caso Caval protagonizado por su hijo Sebastián Dávalos minó -como se esperaba- la popularidad de Michelle Bachelet para situarla en un mínimo en su segundo mandato y no parece claro aún cómo podrá la mandataria revertir el impacto de una crisis que, más allá de la indagatoria en manos de la fiscalía de la Sexta Región, a todas luces permanece abierta.
En efecto, de acuerdo con el último sondeo de GfK Adimark, la aprobación a la gestión de la presidenta Bachelet cayó en la medición de febrero a 39%, es decir una baja de 5 puntos respecto de enero, cuando el gobierno celebraba la aprobación de una serie de proyectos emblemáticos en el Congreso. La desaprobación, en tanto, alcanzó al 52%. Tal como ha indicado la empresa de investigación de mercado y opinión pública, el llamado caso Caval -que estalló cuando se reveló una reunión de Dávalos y su esposa con el vicepresidente del Banco de Chile para la gestión de un millonario crédito- fue como "una bomba que explotó (casi literalmente) en medio de los patios de La Moneda".
La encuesta de Adimark se conoció el mismo día en que el volcán Villarrica tuvo una breve pero imponente erupción que obligó la evacuación de miles de personas y cuyas espectáculares imágenes fueron replicados por la prensa en todo el globo. Bachelet y ministros sobrevolaron el área para imponerse en terreno y tomar medidas ante la emergencia, que se calmó a las pocas horas. Sin embargo, lo que no se ha logrado controlar es el impacto del caso Caval en La Moneda.
