Señales ciudadanas hacia el gobierno argentino

Cientos de miles de argentinos. Esa fue la magnitud con que las agencias de noticias describieron la cantidad de personas que participó la semana pasada en el multitudinario “cacerolazo”contra el gobierno de Cristina Fernández.



La molestia ciudadana no se centra sólo en un tema. Al igual que la manifestación de septiembre -menos masiva que esta última-, las críticas apuntan hacia el nivel de corrupción, la inseguridad, el aumento de la inflación y medidas que han complicado en demasía a los argentinos, como aquellas que restringuen el mercado cambiario. A esto se suma el rechazo que ha generado en una parte de la ciudadanía los intentos de reformar la Constitución para posibilitar una segunda reeleción de la presidenta.

Todo este descontento popular se da, además, en un escenario de desaceleración de la economía, que pasó de una expansión de 8,9% en 2011 a un crecimiento nulo en el segundo trimestre de este año.

Argentina es un país con una serie riquezas y un potencial de crecimiento importante y que pareciera que no se están aprovechando. La ciudadanía está dando señales que merecen ser oídas, pero no está claro hasta qué punto está dispuesto a hacerlo el gobierno.