Si manifestar públicamente su deseo de llegar hasta la primera vuelta era una estrategia para que la Junta Nacional se inclinara por esta opción, la timonel y candidata presidencial falangista, Carolina Goic, hizo un mal cálculo. No sólo porque provocó que se le acusara de tratar de intervenir a un órgano autónomo poniendo su resolución sobre la mesa, sino también porque si la instancia determina participar en las primarias, obligaría a la aspirante a La Moneda a abandonar la carrera, tal como reconoció ayer su jefe de campaña y exministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, quien dijo que la decisión de este organismo “es clave”.
Mientras ayer la candidata DC aseguró que “confío, como siempre, que el día sábado vamos a reforzar la convicción” de que es necesario llegar a primera vuelta, el exsecretario de Estado fue mucho más enfático en que “no queremos adelantar opiniones, porque obviamente esa decisión de la junta es clave, es relevante y nos va a permitir seguir avanzando en nuestra candidatura”. Esto, apuntando al hecho de que a partir del resultado del cónclave la parlamentaria y su entorno deberán definir una nueva estrategia a seguir, pese a que existe un acuerdo casi unánime en cuanto a que si este órgano opta por participar en la primaria, ella bajaría su candidatura.
Espada de Damocles
Esta drástica postura la adelantan incluso quienes han impulsado y han estado detrás de la candidatura de Goic desde el comienzo.
El senador Ignacio Walker, hace sólo unos días, valoró que la timonel falangista haya planteado públicamente su decisión de llegar a primera vuelta, apostando en ello todo su capital político: “El liderazgo requiere jugar un capital político y es lógico que la presidenta del partido, que ha sido nominada por la unanimidad de la Junta Nacional como candidata presidencial, vaya marcando ciertas líneas políticas que, a su juicio, son las que debe seguir el partido”.
Y aunque en el círculo de hierro de la senadora están seguros de que la junta respaldará su decisión; con la misma certeza sostienen que, en el peor escenario, si el órgano resolutivo más importante del partido no siguiera a la candidata, Goic, “sin lugar a dudas, se bajará. No hay otra posibilidad. Ella ya cruzó el Rubicón”, advierte un cercano, apuntando a que la senadora debe asumir la consecuencia de la osada decisión que tomó al hacer pública su postura y trabajar para que la junta la respalde.
De ahí, que quienes esperan ver el nombre de la senadora en la papeleta de noviembre admiten que en esta mano “se está jugando su capital político”, y están conscientes de que Goic se puso sola la espada de Damocles sobre la cabeza. En la decisión de la junta no habrá término medio.
Duda parlamentaria
Mientras tanto, se siguen produciendo reuniones públicas y privadas con el afán de concordar una fórmula que le permita a los partidos de la Nueva Mayoría ir unidos a la elección parlamentaria, sea cual sea la decisión de la junta el sábado en la sede del Congreso Nacional en Santiago, si es que pasa la evaluación post temblores.
Para el falangismo aquello es primordial, porque impediría el desbande parlamentario que ya comienza a preocupar debido a las bajas cifras que marca la senadora.
Particularmente, entre los diputados está la preocupación de que pese a sus esfuerzos, la candidatura de la senadora no logre convencer y no repunte, lo que puede redundar en que los candidatos al Parlamento también arriesguen su elección o su reelección. Entre estos últimos la preocupación es aún mayor y dado que están conscientes del efecto que provoca un candidato con imagen de triunfo no descartan que la senadora vaya quedando sola, en el caso de que la junta ratifique su postura de llegar a primera vuelta.
Sin embargo, el que prima en el entorno de la candidata es el espíritu “kamikaze”. Tras asegurar que la junta le va a dar a Goic el impulso de llegar a noviembre y que pese a ellos es viable un acuerdo parlamentario con sus socios, el vicepresidente y diputado DC Sergio Espejo, advierte: “Estoy convencido de que no necesitamos reproducir nuestros errores ni proyectar nuestras debilidades y, por lo tanto, tenemos que tomarnos el tiempo necesario para construir una fuerza seria y sólida de centroizquierda”.
Y añade que su partido “está explorando seriamente un acuerdo parlamentario de la centro izquierda que permita no sólo tener una mayoría en el Congreso, sino también dar un buen gobierno a Chile”, aunque admite que eso aún puede tomar tiempo.
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