Ayer, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, reflotó la complicada y áspera relación que ha tenido con el Ministerio del Trabajo y Previsión Social.
Anoche, el jefe de la billetera fiscal calificó de "imprudente" a la titular de Trabajo, Alejandra Krauss, cuando ésta se adelantó y reveló que el 5% de cotización adicional, que propuso la presidenta Michelle Bachelet en una eventual reforma previsional, no irá a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y serán gestionadas por un ente estatal.
"La ministra del Trabajo, de manera imprudente, comunicó públicamente hoy (ayer) la visión que tenemos sobre la administración del 5% que se convertirá en el pilar de ahorro colectivo, anticipando un debate que se daría en la mesa con los partidos, sin precisar los detalles de esta propuesta y otros elementos complementarios. Además, empleó consignas que están fuera del espíritu con que hemos trabajado", dijo ayer Valdés a través de una declaración pública.
El impasse se suma a los que el actual ministro de Hacienda sostuvo con su ex colega del Trabajo, Ximena Rincón.
Ya en la formulación de la Reforma Laboral, a comienzos del año pasado, ambos personeros marcaron sus diferencias, donde Rincón mantenía una postura más radical que Valdés, quien pretendió proteger la productividad y el empleo.
Pero, el momento más incómodo entre ambos llegó cuando la democratacristiana comentó las cifras de empleo del Gran Santiago y señaló que el ajuste fiscal que realizó el gobierno a fines de febrero de 2016 pudieron haber provocado un alza en el desempleo.
Esta fue la respuesta de Valdés: "Es completamente equivocado, no hay ninguna base para sostener que sea el ajuste fiscal lo que explique el aumento del desempleo de marzo. El ajuste fiscal que anunciamos es un ajuste fiscal pequeño. Segundo, impacta en la disponibilidad de recursos que tenían los ministerios para gastar y que nosotros proyectamos que podrían ahorrarse y, por lo tanto, para nada explica este salto del desempleo que, como dijimos, es preocupante".
No paró ahí. Y es que cuando la presidenta anunció que el Ejecutivo iba a llevar adelante una reforma previsional, en agosto del año pasado, ya se rumoreaban las distintas miradas que ambas carteras, Trabajo y Hacienda, tenían en torno a pensiones.
El tema fue zanjado por la propia mandataria cuando le dio a Valdés el poder de liderar el proyecto y cerrarlo cuando estime conveniente.
Una vez afuera del gobierno Rincón, en la Junta Nacional de la Democracia Cristiana que se llevó a cabo a comienzos de marzo, descartó que dejó su lugar en el ministerio del Trabajo por una candidatura senatorial y confirmó la áspera relación con el jefe de Hacienda.
"No camaradas, lo hice porque no estuve dispuesta a que Hacienda hegemonizara y controlara la agenda previsional, ni menos lo hiciera desvirtuándolo con la complicidad de la Democracia Cristiana, en el sentido de la Reforma Previsional pendiente, urgente y necesaria", dijo en ese entonces.
En medio del fuerte encontrón con Krauss, Rincón tomó partido de forma inmediata y a través de Twitter encendió aún más la polémica que enfrenta a Hacienda y Trabajo, con un mensaje directo a Rodrigo Valdés.
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