Aunque durante las últimas semanas el escenario se preveía muy disputado, finalmente el cónclave se inclinó por la tesis que la propia timonel y abanderada del partido, Carolina Goic, había planteado públicamente: la Democracia Cristiana resolvió que llevará su candidatura presidencial a la primera vuelta. El 63% de los delegados respaldó la tesis que busca, según sus principales promotores, recuperar la identidad de la tienda y el millón 200 mil votos que ha ido perdiendo en las últimas décadas. Por otro lado, el 37% derrotado observa con preocupación que la decisión adoptada podría facilitar el triunfo de la oposición en noviembre próximo y tensionar la relación del falangismo como sus socios de la Nueva Mayoría al punto de verse forzado a llevar también una lista parlamentaria en solitario, con las consecuencias insospechadas que ello pudiera significar.
Si bien, cuando inició la junta, las fuerzas parecían estar equilibradas, fue el duro discurso de Goic lo que comenzó a inclinar la balanza a favor de la primera vuelta. En 33 minutos, la senadora logró exacerbar el espíritu chauvinista de la DC, despertando la molestia que muchos dirigentes y militantes han venido acumulando desde el inicio del actual gobierno.
"En estas últimas semanas algunos han querido acorralar a nuestro partido; nos han amenazado, nos han dado ultimátum, nos han faltado el respeto, si hasta nos han dicho que nos hace falta cariño. Han dicho que mi candidatura es un saludo a la bandera, que sólo es para negociar cargos y cupos; han dejado entrever que debemos someternos al resto porque marcamos poco en las encuestas, como si la política fuera un concurso de popularidad y no una actividad de ideas y principios", señaló la timonel al inicio de su discurso.
En un tono que no había usado antes, descartó que, como se ha dicho, la DC esté amenazando la continuidad del bloque, pues en esta crítica –dijo- "ha faltado la necesaria autocrítica, la precariedad en que se sostiene nuestro acuerdo", ello –añadió dejando salir la molestia que amplios sectores del partido tiene con el Partido Comunista- "porque cuando es la DC la que defiende un puntos es ruptura, no así cuando son otros los que dejan caer proyectos emblemáticos para el gobierno o buscan pactar por fuera con quienes han sido permanentemente detractores". Tras lo cual dejando de lado su habitual moderación advirtió que "a nuestro partido se le mide con una vara distinta que al resto de los partidos de la coalición".
Estas palabras eran seguidas con atención, desde la primera fila, por el ministro del Interior, Mario Fernández, quien además debió ser el portador del recado que la timonel le envió a la presidenta Michelle Bachelet: "puede estar tranquilo, puede transmitir un mensaje de tranquilidad, vamos a seguir siendo leales". Y si bien reiteró que el domicilio de la DC es la centroizquierda, quienes estaban por la opción de participar en la primaria del sector, expresaron sus dudas al respecto en base a declaraciones que durante las últimas semanas hicieron algunos partidarios de la primera vuelta, como la ex ministra Mariana Aylwin quien advirtió que si el falangismo no llevaba candidato, habría militantes que votarían por Sebastián Piñera.
La candidata advirtió con firmeza que "la Nueva Mayoría sin la Democracia Cristiana no existe y no es a nosotros a quien se le ha desfondado el barco por la izquierda" y instó a sus socios a que "dejemos de lado la política del matonaje, no es esa la forma con la que se conversa con la DC" y agregó que "la unidad se construye con el dialogo". Frases como estas se sucedieron durante toda su intervención y sacaron espontáneas muestras de apoyo de los más de 600 delegados presentes en el Círculo Español.
Y reiteró su compromiso de recuperar el estándar ético, por lo que ningún militante que haya incurrido en hechos que ameriten condena judicial o reproche ético podrán ser candidato o candidata, señaló, lo que generó una de las más grandes ovaciones del discurso y que ameritó una larga interrupción con exclamaciones de "se siente, se siente, Goic presidente", lo que ya daba una señal del ánimo que comenzaba envolver la junta. Mismo que se exacerbó, cuando la candidata reiteró ante los delegados que "hoy día quiero reafirmar mi convicción de ir a primera vuelta", frase que los delegados recibieron con una gran ovación y el ya consabido, a esas alturas; "se siente, se siente, Goic presidente".
Pero sus dardos no sólo apuntaron hacia sus socios de pacto, también la oposición fue objeto de las críticas de Goic, quien aseguró que "me niego a dejar el camino libre a la derecha recargada que ofrece más de lo mismo y que nos quiere arrastrar a ser una sociedad más individualista".
Y abordó derechamente los rumores acerca de que llegado el momento bajará su candidatura, enfatizando que "no conocen a los demócrata cristianos, yo no asumí este desafío para hacer un saludo a bandera, no fue eso lo que ustedes me mandataron, no fue eso lo que me pidieron. No asumí este desafío para negociar cupos y cargos. Estoy aquí para dar mi alma entera". Pero el clímax de su intervención, ay en los últimos minutos y tras pedir el apoyo de los delegados para llegar a primera vuelta fue cuando sentenció que "a los líderes no nos corresponde dejarnos pautear por las encuestas, los líderes nos corresponde marcar la ruta y dar vuelta los resultados (...). Y los quiero invitar a que salgamos de aquí con la convicción de que podemos hacerlo, que nosotros estamos llamados a liderar el futuro de nuestro país".
Así, durante la tarde, la preocupación comenzaba a cundir entre los partidarios de la primaria que veían que con su discurso y el trabajo que la timonel había realizado los días previos, llamando personalmente a los delegados para pedirles su voto, estaba condiciendo hacía su opción a los delegados, la opción de la primera vuelta comenzaba a ganar adeptos. Y a las 18:00, cuando se abrió la votación, era un hecho que la primaria había sido derrotada y la Junta Nacional sellaba el destino del partido al inclinarse por la primera vuelta.
Un paso en falso
Los rostros de los partidarios de la primaria daban cuenta del duro golpe que esta tesis recibió. Algunos se retiraron rápidamente del Círculo Español. Pese a estar impactado con el resultado, el subjefe de la bancada de diputados, Gabriel Silber, aseguró que quienes fueron derrotados respetarán la decisión de la junta; sin embargo, insistió en que el que se dio "es un paso en falso que fracciona nuestra fuerza y pone a Sebastián Piñera un pie adelante en la carrera presidencial".
En esta línea admitió que "sin duda se hace más difícil" un acuerdo parlamentarios con los socios del pacto y que "los tiempos en política están contra nosotros, las candidaturas parlamentarias deben desplegarse lo antes posible. No es lo mismo el camino propio, donde la DC debe salir a buscar candidatos que hoy no tiene para llenar esos cupos que competir en condiciones de alianza con nuestros socios", lo que "hace más cuesta arriba la candidatura presidencial de la DC", advirtió.
El presidente nacional de la juventud de la DC, Diego calderón, quien también estaba por la primaria se manifestó "triste" con el resultado, porque la posibilidad de "derrotar a la derecha queda en entredicho con la decisión y decretó que "es el fin de una tradición histórica que era la de llegar juntos la DC y la izquierda con un solo candidato a la presidencial".
El diputado Víctor Torres, lamentó la decisión y señaló que van a seguir bregando para que se concrete un apoyo recíproco para la segunda vuelta y que la DC se mantenga en el marco de la centroizquierda, "para nosotros es importante que la DC siga en esa senda, siga siendo un partido de vanguardia, no sólo por el bien del partido, sino fundamentalmente por el bien del país". E insistió en que no ir juntos a primera vuelta "puede facilitar que la derecha pudiera ganar la elección presidencial", pero aún no descarta que su sector llegar a un acuerdo que garantice apoyo recíproco.
Entre quienes respaldaron la tesis triunfadora está el senador Andrés Zaldívar, quien señaló que "el partido ha tomado la decisión que correspondía" y que existe la posibilidad de aún de realizar un pacto de apoyo recíproco y que es "necesario un pacto electoral", porque quien gane la presidencial va a necesitar un parlamento para gobernar, enfatizó además que hay "que desdramatizar" la decisión.
La ex ministra mariana Aylwin valoró la decisión, asegurando que la DC puede entregarle al país "una oferta diferente" y que si la gente conoce a la candidata presidencial del partido "va a darse cuenta de su liderazgo, su carisma, sus capacidades y nos vamos a jugar con todo para que ella sea nuestra presidenta de la República". Aylwin, no obstante, recalcó que "lo principal aquí es que la DC fortalezca su identidad y que si fuera posible, ojalá, pudiéramos refundar una alianza, pero equilibrada entre el centro y la izquierda".
Los partidos de la Nueva Mayoría siguieron con atención lo que ocurría en la DC y hoy al medio día el PPD se pronunciará acerca de la decisión adoptada por el falangismo.
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