Si fuera por aplausómetro, el ex presidente de la República, Sebastián Piñera, logró ayer ganarse el reconocimiento de la audiencia que llegó a la Enade. Con una intervención en la que junto con destacar los avances registrados por Chile en los últimos 30 años, criticó las reformas impulsadas por el gobierno de Bachelet e invitó a los presentes a no perder la esperanza porque éste sigue siendo un país con “un enorme potencial”.El ex mandatario terminó siendo ovacionado por quienes lo escucharon. Algunos, incluso, se pararon de sus asientos para aplaudir.
El ex gobernante partió de la base de que “Chile hoy está experimentando un tropiezo, que es propio de lo que se conoce como la trampa de los países de ingreso medio”. Pero, acusó, “más allá de las buenas intenciones del actual gobierno, éste está conduciendo a Chile por un camino equivocado”, y “los errores que se han cometido son múltiples y de distinta naturaleza”, recordando -a modo de ejemplo- el diagnóstico equivocado que simboliza la cultura de la retroexcavadora.
De igual forma, sostuvo que muchas de las reformas fueron “mal pensadas y diseñadas”, para puntualizar que el proyecto tributario significó “un grave freno a la capacidad de crecer e invertir; la reforma educacional es un grave retroceso en materia de libertad y calidad; la laboral un obstáculo a la capacidad de crear más y mejores empleos, mientras que la constitucional no sabemos hacia dónde nos puede conducir”.
Agregó que en Chile “se está viviendo en demasía una cultura de derechos sin responsabilidades” y “el fenómeno preocupante es la fuerza de los grupos de presión en la conducción y fijación de prioridades de las políticas públicas”.
Piñera resaltó que para aprovechar el potencial del país se “necesita corregir el rumbo y recuperar la senda del progreso y desarrollo”. Por ello, propuso incentivar tres grandes valores para volver a avanzar: libertad, progreso y justicia.
Haciendo una analogía, sostuvo que para lograr “un país desarrollado en forma integral, con buena democracia, tolerancia, más libre, próspero y sustentable vamos a tener que saltar tan alto como Yelena Isinbáyeva, correr tan rápido como Usain Bolt y tener una tremenda perseverancia y resiliencia como lo demostró Mo Farah”.
Crecimiento es clave
A su turno, la ex ministra de Educación, Mariana Aylwin, expuso que “hoy vivimos un tiempo que no se sabe leer bien”.
“Más que incertidumbre, estamos perplejos”, dijo la figura DC, planteando que “en estos tiempos de tanta confusión, antes que hacer propuestas tenemos que afirmar algunas convicciones fundamentales, que hoy están siendo cuestionadas, porque si no tenemos el coraje de defenderlas corremos un serio riesgo de deteriorar nuestra convivencia y sucumbir como otros a respuestas populistas o recetas trasnochadas”.
Reafirmó el valor de la democracia representativa y del Estado de derecho, donde gobiernan las mayorías con respeto a las minorías y se valoran los acuerdos, subrayando la importancia de la certidumbre en el marco del cambio constitucional.
Aylwin también destacó la relevancia de defender, con convicción, “el crecimiento económico como un pilar fundamental para el desarrollo”, porque su desprecio es “una expresión populista y antesala del estancamiento de un país”. Tampoco, dijo, se puede volver a creer en la superstición de que “el mercado es de derecha y el Estado de izquierda”.
Asimismo, llamó a “superar las visiones polares que hoy están en la base de nuestros desacuerdos”.
Por último, sostuvo que es “un falso dilema la división entre quienes están por las reformas y quienes están en contra de ellos. Comparto con la Presidenta (Bachelet) que no se trata de volver a las reformas de los 90 o de los 2000 (...), pero tampoco se trata de volver a las reformas de los 60 o los 70”, sentenció.
Insulza discrepa del "tropiezo"
El precandidato presidencial del PS, José Miguel Insulza, discrepó de la visión entregada en el panel por el ex presidente Piñera sobre que el país enfrenta un tropiezo. "Es más complejo, lo que vivimos hoy en Chile es una transición entre un proyecto nacional exitoso pero agotado en sus objetivos principales y un nuevo acuerdo que dé cuenta de las nuevas realidades, que son herencia o producto de ese período anterior", dijo.
"Quedaron pendientes asuntos, surgieron nuevos problemas. Alcanzar nuevos acuerdos y restablecer nuestra amistad cívica en torno a nuevos propósitos comunes, supone algunas condiciones objetivas, pero depende sobre todo de una confianza social muy disminuida respecto al período anterior", señaló el ex ministro. Agregó que "recuperar la confianza no es algo que pueda ocurrir de un día para otro", pero que es posible imaginar cambios en distintas direcciones para comenzar a ganar de nuevo la confianza social que se requiere, como en transparencia, ya que la gente quiere la verdad y "que no le cuenten cuentos"; un compromiso por el crecimiento y abordar la desigualdad.
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