Más expectante que nunca se encuentra la industria de alimentos respecto de la Ley de Etiquetado, que hace casi tres años, activó el uso de los famosos “discos pare” en productos que superen niveles críticos de azúcar, grasas saturadas, sal y calorías, establecidos sobre una medida base de 100 mililitros o gramos.
Y es que la reciente arremetida de Carozzi para modificar la normativa apuntando a cambiar el esquema actual de información a los consumidores incorporando la “porción real de consumo” como medida base (ver imagen a la izquierda), avivó la discusión que ha estado presente en la industria y al interior de la entidad que agrupa a sus principales actores: AB Chile.
En el entorno del gremio, sostienen que la presentación de la propuesta de Carozzi a la mesa presidida por Rodrigo Álvarez marcó distintas posiciones. Quienes han sacado la voz en las reuniones -entre ellos Pepsico y Unilever-, se han mostrado a favor de perfeccionar la ley, aunque pocos han optado por sumarse activamente a la campaña liderada por el mismo Gonzalo Bofill Velarde, presidente de Carozzi..
“Es falta de valentía para decir la verdad, y Carozzi se atreve”, sostiene una fuente relacionada a este debate.
Pero aun cuando la balanza al interior del gremio se ha inclinado a modificar el sistema de etiquetado, existen otras visiones respecto de cuál es la estrategia más conveniente. Este es el caso de Coca-Cola Chile, quien al interior del gremio ha mostrado sus diferencias respecto del camino propuesto por Carozzi para modificar los sellos.
¿Sus argumentos? El uso de porciones como medida base que propone la firma de alimentos ligada a la familia Bofill significaría, desde el punto de vista de la compañía de bebidas, informar a partir de medidas “irreales y engañosas para las decisiones de consumo”, explican fuentes de la industria.
Incluso, trascendió que ha existido un intercambio de cartas entre ambas empresas en las que argumentan los puntos sobre los cuales existen discrepancias.
Según expertos, la posición de Coca-Cola se basa a partir del diagnóstico de que en envases de productos de alto contenido calórico, como las galletas -que compiten en las góndolas con formatos similares-, se presentan casos en los cuales el número de porciones indicados al consumidor termina siendo diferente a pesar de tener igual contenido en cantidad de gramos.
Además, las porciones indicadas -dicen las mismas fuentes- muchas veces no se ajustan a las prácticas reales de consumo: por ejemplo, que se coman solo las tres galletas recomendadas en la porción diaria (en la dieta recomendada de 2.000 calorías), y no todo el paquete.
Así, indican que la apuesta de Coca-Cola ha estado en complementar la normativa con un indicador ajustado a un nivel de consumo promedio (ver imagen a la derecha), que llevan desde hace un tiempo incluyendo en sus envases.
En este escenario, cercanos al gremio aseguran que la postura de Rodrigo Álvarez han sido conciliadora. Y aseveran que la postura de Coca-Cola postura contraria al uso de porciones no ha sido seguida por otras empresas.
Consultado, Álvarez declara: “respecto a las posiciones y visiones que se plantean al interior del gremio, quiero enfatizar en que todas tienen como objetivo aportar a la política pública y no corresponde nuestro comentario particular sobre las mismas”.
Por su parte desde Carozzi, el gerente División Chile Santiago Valdés, sostiene que la propuesta presentada ha “socializado no solo con la autoridad, sino que con diversos actores”. Si bien puntualiza que esto “exige a la industria un esfuerzo mucho mayor”, señala que “es necesario avanzar y dar un paso adelante en el perfeccionamiento de la regulación”.
Gobierno no flexibiliza
Si bien la propuesta de Carozzi logró mover la agenda, desde el interior del Gobierno aseguran que la posibilidad de evaluar modificaciones a la Ley de Etiquetado no está en carpeta. El senador Guido Girardi, promotor de la normativa, se muestra crítico: “(Las empresas) saben que modificando el tamaño de la porción pueden modificar los sellos (...) serían una involución”.
La norma ha sido positivamente evaluada dentro y fuera de Chile, en tanto un estudio de Activa Research arroja un 78% de aceptación.
Propuesta de Carozzi plantea que las porciones sean parte de la información contenida en los "discos pare".
Iniciativa de Coca-Cola busca complemetar el etiquetado con indicador de calorías por porción.
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