“Las relaciones entre Alemania y China están frente a un nuevo comienzo, para el cual necesitamos nuevos avances”, señaló ayer el presidente de la segunda mayor economía del mundo, Xi Jinping, tras reunirse con la canciler alemana, Angela Merkel. Su declaración dio cuenta de la respuesta de ambas potencias ante la sensación de que Estados Unidos está abandonando su posición de liderazgo mundial, al defender el proteccionismo comercial y rechazar pactos internacionales como el del cambio climático de París.
Merkel y Xi estuvieron presentes en un acto en que empresas de la talla de Siemens, Airbus y Daimler firmaron acuerdos, afianzando los lazos comerciales de ambos países. Compañías germanas participarán en la iniciativa china “Un cinturón, un camino”, que busca revivir las antiguas rutas comerciales entre Asia y Europa del este.
Junto con ello, la canciller prometió avanzar en los diálogos sobre un acuerdo de inversión entre Beijing y la Unión Europea, y, eventualmente, un tratado de libre comercio.
El encuentro, a dos días de la cumbre del G20 en Hamburgo, se desarrolló mientras Trump se encontraba en Polonia, una visita que despertó el recelo de Europa occidental.
Ganadores y perdedores
Mientras los líderes polacos se aprestaban a dar a Trump una cálida bienvenida, el líder de la Casa Blanca enfrentará mañana una incómoda posición de minoría en la cumbre de Hamburgo.
Algo de ello adelantó ayer la propia Merkel en una entrevista con el semanario local Die Zeit, donde lanzó duras críticas contra las políticas de la Casa Blanca.
“Mientras buscamos posibilidades de cooperación para beneficiarnos todos, la globalización es vista por el gobierno estadounidense como un proceso que no se trata de que todos ganen, sino de ganadores y perdedores”, sostuvo Merkel.
No obstante, aseguró que intentará que prevalezca el diálogo entre los líderes asistentes, que también incluyen al presidente ruso, Vladimir Putin, y su par turco, Recep Tayyip Erdogan. “Como presidenta del G20, es mi labor trabajar sobre las posibilidades de un acuerdo y no contribuir a una situación en la que prevalece la falta de comunicación”, sentenció.
En la misma línea, el FMI emitió ayer un comunicado llamando a las potencias del G20 a evitar las politicas nacionalistas “miopes” que “dañarán a todos los países”.
Trump vs. el mundo
Mientras China aumenta su manto de influencia sobre Occidente, el mandatario estadounidense volvió a criticar al gigante asiático por lo que considera falta de fuerza ante el régimen norcoreano de Kim Jong-un, que esta semana probó con éxito su primer misil intercontinental.
“El comercio entre China y Corea del Norte creció casi 40% en el primer trimestre. Hasta ahí llegó la colaboración de China con nosotros, pero teníamos que intentarlo”, escribió el mandatario en Twitter. En un mensaje anterior, manifestó: “EEUU ha hecho algunos de los peores acuerdos comerciales de la historia. ¿Por qué deberíamos seguir con estos acuerdos con países que no nos ayudan?”.
En paralelo a la cumbre del G20, el jefe de la Casa Blanca se reunirá mañana por primera vez con su par ruso, Vladimir Putin. En el aire estarán las tensiones por la guerra en Siria, donde ambas potencias son rivales, y las denuncias de que el Kremlin dirigió una operación cibernética para influir en las elecciones presidenciales de EEUU el año pasado.
"Es preocupante que un país con el poderío militar de EEUU no se haga responsable"
- ¿Qué implicancias tiene para el balance global de poder que Corea del Norte haya logrado desarrollar un misil intercontinental?
- Es difícil responderlo. Por un lado, Estados Unidos está preocupado porque Corea del Norte pueda llegar a su territorio con misiles, pero las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur y Japón han tenido esa amenaza por años. No cambia el escenario de la región. Pero creo que simbólicamente, será algo grande para EEUU.
- El Congreso pide una respuesta decidida y la Casa Blanca ha subido el tono de sus críticas. ¿Prevé un escalamiento?
-Mi preocupación es que tanto Trump como Kim Jong-un muestran una posición agresiva. Corea del Sur con EEUU están haciendo ejercicios militares y eso, creo, es lo equivocado en este momento: con mayor tensión, aumentan las posibilidades de que haya accidentes o errores que lleven a que esta situación se convierta en hostilidad abierta.
-¿Está EEUU renunciando a su liderazgo global?
- Es difícil interpretarlo. Algunos países europeos –y por cierto Corea del Sur y los japoneses– han estado rascándose la cabeza, sin entender bien qué piensa ahora EEUU de la relación con sus aliados y cuán fuerte es su compromiso. Si Japón y Corea del Sur no sienten que pueden confiar en EEUU, eso los forzará a repensar su relación con China. Y más en general, en la medida en que EEUU parezca alejearse del resto del mundo, la gente estará preguntándose qué pasa cuando un país como éste, con bases en todo el mundo y gran poder militar, no se hace responsable. Es muy preocupante.
- ¿Puede China tomar su lugar?
- Ha sido interesante ver al presidente Xi Jinping hablar de globalizar la economía e intentar dar un rol a China en el escenario global y en el cambio climático. Ha estado diciendo lo correcto y mostrando a su país con una visión global. Pero también creo que hay personas muy preocupadas por lo que eso pueda significar en la práctica. No podría especular sobre las consecuencias de ello.
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