Tras un fin de semana de nuevas tensiones en Venezuela –marcado por la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y la destitución de la fiscal general, Luisa Ortega- hoy será una jornada clave en los esfuerzos de los gobiernos latinoamericanos por poner presión a la administración venezolana para resolver la crisis interna.
En la víspera de la reunión de cancilleres que se realizará en Lima, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, aseveró que junto a sus pares intentará constituir “un mecanismo permanente que haga seguimiento de lo que ocurra en Venezuela”.
Las declaraciones oficiales del gobierno chileno han subido de tono a medida que se agudiza el conflicto. El canciller afirmó que nuestro país se opone a “cualquier golpe militar de cualquier signo político”, a la violencia y la represión -en referencia al levantamiento militar del domingo- y reiteró que el gobierno “está a favor de una negociación política y pacífica” a la crisis. Muñoz reconoció también que Venezuela “ya no es una democracia y está lamentablemente en camino hacia una dictadura”.
El titular de RREE confirmó que la Embajada en Caracas ha recibido a seis huéspedes venezolanos y que hay al menos dos países que han alojado en sus embajadas a opositores.
Otro de los gobiernos activos en intentar ayudar a resolver el conflicto ha sido el del peruano Pedro Pablo Kuczynski, quien además de reprochar en varias ocasiones a Maduro fue quien convocó a la reunión de cancilleres de hoy para analizar la situación de Venezuela.
Otro de los críticos ha sido el colombiano Juan Manuel Santos, quien declaró que la destitución de Ortega “es el primer acto dictatorial de una constituyente ilegítima”.
Presión de Mercosur
Maduro también ha recibido presiones desde el Mercosur, que el sábado resolvió su suspención de forma definitiva del bloque. El mandatario argentino, Mauricio Macri, lideró estos esfuerzos, mientras que su par brasileño, Michel Temer, afirmó que la decisión es “un mensaje claro: no hay más espacio para alternativas no democráticas en América del Sur”.
Incluso Uruguay, que anteriormente intentó frenar la suspensión definitiva, dijo ayer que la decisión fue tomada ante la falta de disposición del gobierno al diálogo.
Aliados de Maduro
Las excepciones hasta ahora son Ecuador, Cuba y Bolivia, que han mostrado su apoyo al gobierno de Maduro. El boliviano Evo Morales aseguró ayer que el país es una “ficha estratégica” en los planes del “imperio” estadounidense para “recolonizar” América Latina.
Los países más críticos de la región
ARGENTINA: El presidente Mauricio Macri lideró la suspensión de Venezuela de Mercosur.
BRASIL: El mandatario Michel Temer aseguró que "no hay más espacio para alternativas no democráticas en América del Sur".
PERÚ: Convocó a una reunión de cancilleres para hoy. Propuso crear una comisión internacional para "evitar un mar de sangre".
MÉXICO: Se sumó a las sanciones de Estados Unidos de congelar los activos.
COLOMBIA: El presidente, Juan Manuel Santos, denunció que la destitución de la fiscal general es el "primer acto dictatorial de una constituyente ilegítima".
URUGUAY: Apoyó la suspensión definitiva de Mercosur, pero intentó frenar en proceso.
PARAGUAY: Solidarizó con las víctimas de la violencia y apoyó la suspensión de Mercosur.
CHILE: Recibió seis huéspedes venezolanos en su embajada en Caracas. La mandataria Michelle Bachelet afirmó que la destitución de Ortega "es un paso más en el quiebre democrático".
Naciones que apoyan a Maduro
ECUADOR: No estará en la reunión de cancilleres hoy en Lima, rechazó las sanciones de EEUU contra Maduro y reconoció la ANC.
BOLIVIA: Rechazó la suspensión de Venezuela del Mercosur y llamó a la ANC "la más clara prueba del espíritu democrático del pueblo Venezolano".
CUBA: Aseguró el "respeto absoluto a la soberanía y auto-determinación del país", llamando a no interferir en asuntos venezolanos.
Los efectos del aislamiento económico de Caracas
Aunque Nicolás Maduro aseguró el sábado que Venezuela es "Mercosur de alma, corazón y vida", el comercio entre su país y el resto del bloque, al que ingresó en 2012, lleva años a la baja. En medio de la crisis del petróleo, las importaciones cayeron 36% entre el tercer trimestre de 2008 y el de 2015: de US$ 204 millones a US$ 384 millones. La baja de las exportaciones fue más dramática: pasaron de US$ 19.245 millones a US$ 8.867 millones en el período, un 72% menos.
El Mercosur suspendió a Caracas en diciembre, pero el sábado la situación pasó a plazo indefinido, una decisión que no cambia los términos arancelarios con el mayor bloque comercial de la región.
El que sí tiene el poder de dañar a Venezuela es Estados Unidos, su principal comprador de petróleo, que sólo ha sancionado a individuos, incluido Maduro. La Casa Blanca evalúa nuevas medidas, pero teme que restringir el ingreso de crudo perjudique a empresas estadounidenses y a consumidores, quienes podrían sufrir un alza en los precios del combustible. Políticamente, el régimen también podría culpar a Washington de la crisis económica de la nación.
Según un análisis de Bloomberg, si EEUU sanciona al país lo forzaría a buscar otros mercados a un precio menor. Rebajar en 10% el valor del crudo reduciría en US$ 1.000 millones los ingresos fiscales.
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