Mientras que el cerco se cierra alrededor de la expresidenta Cristina Kirchner, con la Justicia ordenando hoy su prisión preventiva, los mercados apuestan cada vez menos por la vuelta del peronismo al poder en Argentina.
Con las reformas del mandatario Mauricio Macri "vemos cambios estructurales", asegura Andrés Borenstein, economista jefe de BTG Pactual Argentina.
"El levantamiento de restricciones financieras después del cerco cambiario llevó a que se resolviera el problema del default y se restablecieran las relaciones con el mundo exterior", explicó el experto en la presentación del fondo mutuo que lanza la empresa en Argentina.
Borenstein espera que la economía crezca 2,9% este año.
"Tras la recesión del año pasado, hay una recuperación generalizada, en sectores como construcción, automotriz. Mercado laboral está mejorando, salario real recuperándose. Todos los indicadores del consumo han mejorado", detalla el experto, agregando que espera "un crecimiento moderado que debería eliminar la volatilidad que caracterizó a Argentina".
El triunfo en las elecciones legislativas el mes pasado dio al gobierno un nuevo aire, y ahora vienen las "reformas de segunda generación" – laboral (para flexibilizar el mercado de trabajo) y tributaria (que rebaja el impuesto corporativo).
El experto también destaca como positivos para la economía la Ley de responsabilidad fiscal, que no permite a los gobiernos gastar de más, e introducción de las sociedades públicas-privadas para alentar inversión en proyectos de infraestructura. "En general vamos transitando hacia un país normal", sostiene Borenstein.
Cambio de conciencia
Por su parte, Carolina Gialdi, estratega de renta fija para Argentina de BTG, destaca el cambio en conciencia de los argentinos.
"El gobierno sacó alrededor de 40% en las elecciones habiendo pasado dos años que económicamente fueron duros. Entonces la sociedad no votó con el bolsillo, votó a pesar de este. Y eso es un cambio para Argentina que mostró que la gente votaba en gran parte con expectativas futuras de algo mejor.
Con el peronismo dividido y sin un líder claro, Gialdi ve poca probabilidad que la oposición frene la agenda del gobierno. "Si hay gobernadores peronistas que quieren seguir en el cargo en 2019, les conviene más no obstaculizar al gobierno viendo que es tan popular. Mejor negociar".
Por otra parte, y a pesar de tener la minoría en el Legislativo, Macri en los dos años anteriores logró sacar las reformas adelante: levantó las restricciones cambiarias, conectó a la economía con la economía global.
"Todos estos cambios fueron aprobados sin tener la mayoría en el Congreso, fue un diálogo muy fuerte y están prevaleciendo los argumentos lógicos", explicó el country manager para Argentina, Marcelo Fiorellini.
Brasil, viento a favor
Mientras que en el nivel interno las reformas estructurales llevan a la recuperación económica de Argentina, un factor externo favorable es la mejora de Brasil, su principal socio comercial.
"Uno de cada tres turistas es brasileño, y si uno piensa tanto de la capacidad exportadora de la industria argentina como en el sector los servicios, la recuperación de Brasil para nosotros es un viento a favor muy fuerte", asegura Borenstein, agregando que "el ciclo económico mundial también va mejorando".
Los expertos tampoco se preocupan por la incertidumbre política que afecta a Brasil ante las elecciones del próximo año.
"Hay dos Brasil, político y económico. En lo económico, está muy bien, se aprobó la reforma laboral, la inflación cayó mucho, las tasas de interés están en los mínimos históricos, hay dinamismo. Y el mercado está comprando mucho más lo económico, porque a pesar de la inestabilidad política, las instituciones funcionaron independientemente del Ejecutivo", dijo Marcelo Fiorellini.
Los expertos tampoco consideran como un riesgo el rápido endeudamiento externo de Argentina para financiar el déficit fiscal. "Argentina partió de abajo y hay un plan de reducción del déficit fiscal. El objetivo del gobierno es estabilizar la deuda a partir de 2021, pero como parte de una base baja, tiene margen incluso para equivocarse", asegura Borenstein, detallando que actualmente la deuda está alrededor de 25% del PIB.
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