El gobierno de Mauricio Macri tendrá esta semana la primera prueba en las urnas del éxito de su agenda para sacar al país de la recesión, más allá de los indicadores económicos y las cifras de inversión extranjera.
La mitad de los escaños de la cámara baja (127 diputados) y un tercio del Senado (24 senadores) serán renovados en las elecciones legislativas de octubre, y este domingo habrá una prueba de fuego para los candidatos: las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO).
A diferencia de las primarias chilenas, las PASO no se usan para elegir al candidato más exitoso: los bloques se presentan con una lista definitiva y los argentinos votan por uno de ellos. Eso convierte la contienda en especie de ensayo general para la carrera principal.
Hasta ahora, el resultado sería favorable al gobierno de Macri: según la consultora local Poliarquía, su bloque Cambiemos –que ahora cuenta con una minoría de 87 diputados y 17 senadores, sumaría diez puestos en la cámara baja y ocho en la cámara alta, mientras que el Partido Justicialista perdería seis senadores.
Factor Buenos Aires
Sin embargo, de todas las regiones en juego (son 24 las que eligen diputados y siete a senadores) las miradas están puestas en la provincia de Buenos Aires. Tradicionalmente peronista y una de las más afectadas por los ajustes del gobierno, la provincia concentra más de un tercio de los votantes y renovará 35 puestos en la Cámara, además de trece escaños que votará la capital misma.
Allí será también donde el oficialismo se enfrentará al peso pesado de la oposición, la expresidenta Cristina Fernández, que busca convertirse en senadora por la región.
El escenario es favorable para Fernández, ya que de los tres senadores que elige cada región, dos son del bloque ganador y uno del que logra el segundo lugar. El candidato de Cambiemos para enfrentar a Fernández en la contienda, el exministro de Educación, Esteban Bullrich, no ha logrado sobreponerse: según un promedio de encuestas recopiladas por el diario El Cronista, obtendría un 28,6% versus un 33,8% de Kirchner.
Sin embargo, la presencia de Fernández puede incluso favorecer al gobierno: su postulación dividió a los peronistas, dejando de lado al Partido Justicialista y presentándose por su propio y recién estrenado movimiento Unidad Ciudadana.
Economía débil
Las cifras finales serán claves para la credibilidad de Macri. La agencia Fitch advirtió que los cambios a la política económica serán puestos a prueba y que el resultado podría comprometer la duración de este ajuste. “La resistencia política y social supone desafíos para el cambio amplio de la política económica, que no parece haber conseguido aún un apoyo amplio”, afirmó en un informe la semana pasada.
Para ganar apoyo, el mandatario está intentando hacer de la corrupción el tema central de su campaña. “El gobierno quiere que el debate sea sobre el pasado versus el futuro, la corrupción versus no corrupción”, afirmó a Financial Times Julio Burdman, analista político. Por su parte, Fernández, quien está acusada de asociación ilícita, lavado de activos y administración fraudulenta, ha intentado cambiar el foco hacia la economía, que muestra una recuperación todavía demasiado modesta.
"El tema de corrupción ya le ha rendido al gobierno todo lo que le tenía que rendir"
- ¿Qué esperan los mercados?
- Están buscando que el gobierno gane. Es difícil leer un resultado porque puede que sea mixto, que el gobierno triunfe a nivel nacional, pero pierda en Buenos Aires. El peor escenario sería que Fernández gane con amplia magnitud en la provincia de Buenos Aires y el gobierno no logre tantas bancadas a nivel nacional. Pero se espera que a la coalición gobernante le vaya bien, porque son pocos escaños los que están en juego.
- ¿Que está en juego para Macri?
-Argentina tiene una lista larga de reformas estructurales pendientes: laboral, tributaria, tiene que reducir el déficit. Mi interpretación es que si logra ganar bancadas, el sistema político le va a permitir aprobar las reformas en el Congreso.
- ¿Que significaría el ingreso de Fernández al Senado?
- Su entrada es altamente probable. Significa, primero, que va a ser difícil que sea encarcelada. Segundo, va a ser una voz en el Congreso. Pero si pierde a nivel nacional, su presencia no tendrá mayor importancia para el gobierno y no habrá reacción negativa de los mercados. Además, va a resultar en el quiebre del bloque peronista que ahora domina el Senado. Si gana a nivel nacional, se abre un panorama más incierto, con más riesgos.
- ¿Qué ha marcado a la campaña?
- En el caso de Buenos Aires, el gobierno la plantea como el futuro versus el pasado, y la oposición se enfoca en temas económicos: la economía está creciendo, pero asimétricamente, no se siente mucho, particularmente en el cono urbano. En los suburbios de la provincia de Buenos Aires la situación económica todavía es bastante mala. A su vez, el tema de la corrupción me parece que ya le ha rendido al gobierno todo lo que le tenía que rendir, no podrá sacar mucho más provecho.
- ¿Qué espera para Cambiemos?
- Espero que gane en octubre, probablemente salga un poco por debajo en las PASO, pero en las generales va a estar un par de puntos por encima de Fernández en Buenos Aires.
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