Tras casi dos semanas de espera, “el gabinete de reconciliación” prometido por el mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski, finalmente tomó forma ayer.
El presidente –que está buscando salir de la crisis política generada por los eventuales lazos de su firma con Odebrecht y el indulto concedido al polémico expresidente Alberto Fujimori- tomó ayer el juramento de los nuevos miembros de su gabinete. Los principales titulares del Consejo de Ministros quedaron en sus cargos, incluyendo a la primera ministra Mercedes Aráoz, la ministra de Economía, Claudia Cooper, y el de Interior, Vicente Romero.
Sin embargo, más de la mitad del gabinete -diez de 19 ministerios- cambiaron de titulares. Así, hubo modificación en el Ministerio de Defensa, después de que su titular Jorge Nieto renunció en protesta al indulto. También cambiaron los ministros de Agricultura y Cultura. En el Ministerio de Relaciones Exteriores Ricardo Luna dejó el puesto y fue reemplazado por Cayetana Aljovín, quien hasta ahora se desempeñaba como ministra de Energía y Minas. “A pesar de nuestras diferencias, les pido a todos unirnos para combatir las verdaderos problemas de nuestra nación – pobreza, desigualdad, inseguridad, corrupción”, dijo PPK en una ceremonia en el Palacio del Gobierno. “Este gabinete representa la diversidad de Perú”, aseguró.
¿Reconciliación?
Las asignaciones fueron un blanco inmediato de críticas. Los nuevos ministros de Salud y de Trabajo, Abel Salinas y Javier Barreda, son miembros de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (Apra), pero lejos de causar la reconciliación, sus candidaturas provocaron el rechazo de colectividad. El congresista aprista Mauricio Mulder, aseguró que lo único que ha hecho el gobierno es “declarar la guerra” al partido que decidió no participar en el nuevo gabinete. “Que no cuente con nosotros para sus cuentos de reconciliación”, manifestó, agregando que ambos miembros fueron expulsados del partido.
Según el portavoz de Peruanos por el Kambio, Juan Sheput, el nuevo gabinete será de “resiliencia” más que de reconciliación, y el gobierno “puede volver a reacomodarse y de hecho va a tener nueva fuerza”.
Crisis constante
PPK, que enfrenta una feroz oposición fujimorista en el Congreso, ha realizado 18 cambios en su gabinete en un año y medio de gobierno, dos de ellos motivados por cuestiones de confianza y uno por censura. En septiembre, el gabinete entero tuvo que renunciar tras un fallido voto de confianza. En diciembre, después de que salieron a la luz los lazos de la empresa consultora de PPK con la constructora brasileña Odebrecht, el voto por vacancia presidencial e indulto a Fujimori que siguió días después, sufrió un golpe de su propia bancada, con la salida de varios ministros y congresistas.
El lunes, en una reunión con los gobernadores regionales, PPK aseguró que “hemos pasado un rato muy difícil, pero al final se superó porque las acusaciones estas no tenían la más mínima base”. “Soy muy optimista sobre lo que va a pasar este año”, aseguró.
Pero tras la tormenta del mes pasado, PPK podría enfrentar una oposición todavía más feroz. Ayer, excongresistas oficialistas solicitaron a la Comisión de Justicia que cite al ministro de Justicia Enrique Mendoza. “El objeto de la convocatoria es que la autoridad explique, de manera documentada, el procedimiento” para recomendar el indulto, detallaron.
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