El presidente brasileño, Michel Temer, se anotó un enorme triunfo personal ayer, al lograr que la Cámara de Diputados rechazara iniciar un juicio por corrupción pasiva en su contra. En una jornada marcada por enfrentamientos con la oposición y la división de la bancada oficialista, el mandatario logró los 172 votos necesarios para descartar la moción.
La victoria era anticipada desde la mañana, cuando a pesar de los llamados de la oposición la Cámara logró reunir el quórum necesario de 342 diputados para realizar la discusión y votación de la investigación.
El vicelíder de la oposición, Sílvio Costa, asumió la derrota antes de la votación y tildó a su bancada de “burra” por haberse presentado y discutido la denuncia, haciendo “partido” a Temer. “El burro es capaz de entorpecer su vida creyendo que puede ayudar”, aseveró, según el diario local O Globo.
En una señal del optimismo del mercado -antes incluso del inicio de la votación- el índice Bovespa subió casi 1% y cerró la jornada por encima de 67 mil puntos, por primera vez desde que se revelaron las delaciones compensadas de ejecutivos del gigante cárnico JBS, que acusaron al mandatario a recibir US$ 150 mil en coimas. “La victoria de Temer va a reforzar la gobernabilidad y la aprobación de las reformas”, dijo a Valor Económico Christian Laubenheimer, gestor de Platinum Inversiones.
Tanto el relator del caso, Paulo Abi-Ackel, como el abogado de Temer, Antonio Carlos Mariz, aseguraron que rechazar la denuncia no significaría “impunidad”, ya que puede enfrentar cargos después de dejar la presidencia, que asumió en reemplazo de la destituida Dilma Rousseff, y que se extiende hasta 2019.
Bancada rebelde
Pero pese a la victoria, la votación también expuso la división de la coalición gobernante. Una señal de estos problemas fue la declaración del líder del PSDB –el mayor aliado de la administración- en la Cámara, Ricardo Trípoli, quién orientó a su partido a aceptar la denuncia, pero liberó a sus parlamentarios a votar a conciencia. “No podemos cerrar los ojos cuando la investigación pesa contra nuestro campo político. ¿Ética para los enemigos y para los aliados se cierra los ojos?”, afirmó Daniel Coelho, otro diputado del PSDB.
Eso eleva la incertidumbre por la capacidad del gobierno de lograr el apoyo necesario -de 308 diputados- para reformas emblemáticas como la de pensiones. Otro reto para Temer es que podría enfrentar nuevas acusaciones que prepara la Fiscalía, por asociación ilícita y obstrucción a la justicia.
En tanto, una encuesta de Vox Populi divulgada ayer mostró que un 77% de los brasileños considera el desempeño de Temer como “malo”, mientras que solo un 4% apoya al mandatario.
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