El primer día de la nueva ronda de renegociaciones del Nafta promete tiempos difíciles para México. Claro porque el mandatario estadounidense, Donald Trump, amenazó con firmar el pacto comercial con Canadá y excluir al país de Enrique Peña Nieto.
"Ya veremos qué ocurre", respondió a la pregunta sobre si el acuerdo comercial entre México, EEUU y Canadá está muerto.
"Es posible que no seamos capaces de lograr un acuerdo (con México) y es posible que sí", agregó.
Al reunirse con Justin Trudeau, el mandatario llamó al primer ministro canadiense su "gran amigo".
"Veremos si podemos hacer el tipo de cambios que necesitamos. Tenemos que proteger a nuestros trabajadores y, para ser justos, el primer ministro quiere proteger también a Canadá y a su gente. Debe ser justo para ambos países", afirmó.
Sin embargo, tanto los actores externos como internos están acusando al mandatario de querer acabar con el tratado definitivamente. Sumándose a los reclamos de la industria agrícola y automotriz, ayer la Cámara de Comercio de EEUU aseguró que la administración está tratando de sabotear las negociaciones con "píldoras venenosas", como las demandas sobre endurecimiento de reglas de origen.
La Casa Blanca insiste que su ajuste trasladará la producción de los países asiáticos, pero en México se ve como una amenaza para la economía nacional.
Trudeau está haciendo lo posible para salvar el acuerdo. "En términos de comercio, EEUU vende más a Canadá que a China, Japón y Reino Unido. Así que somos su mayor cliente", afirmó ayer frente a los parlamentarios estadounidenses. "Siempre aparecerán desafíos que podemos resolver", agregó.
Mañana, el primer ministro visitará México, donde se reunirá con Peña Nieto. El ministro del Exterior mexicano, Luis Videgaray, advirtió anteriormente que el término del Nafta marcará un punto de quiebre en las relaciones del país con EEUU.
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