Donald Trump lo confirmó. En medio de la expectación mundial, el presidente de EEUU reconoció a Jerusalén como la capital de Israel y ordenó el traslado de la embajada de ese país desde Tel-Aviv.
"Muchos presidentes han dicho que quieren hacer algo y no lo hicieron", aseguró el mandatario.
Aunque la decisión se había adelantado ayer, Trump la oficializó esta tarde con una conferencia de prensa, en la que manifestó que "no podemos repetir las estrategias fracasadas del pasado. Todos los desafíos requieren nuevas posturas".
Minutos antes, en una reunión del gabinete, había manifestado que el traslado "debió haber pasado hace tiempo".
Líderes de todo el mundo cuestionaron la decisión, que se contrapone a la postura de la comunidad internacional, que considera a la ciudad una terreno en disputa y materia de negociación en el proceso de paz. Actualmente, fieles de una serie de religiones, entre ellas cristianos, judíos y musulmanes, visitan el lugar que consideran sagrado de manera libre. Tanto el Estado de Israel como los líderes de Palestina esperan establecer en ella su capital.
Trump aseguró que su decisión no representaba un cambio de postura del gobierno de EEUU sobre el conflicto palestino-israelí, agregando que el país se mantiene comprometido con una solución de dos estados. Llamó a todas las partes a "mantener el statu quo" y llamó a un acuerdo duradero de paz.
Fuentes de la Casa Blanca señalaron a diferentes medios que el traslado del recinto diplomático a Jerusalén podría tardar varios años.
Estados Unidos se convierte así en el único país del mundo que reconoce como capital de Israel a Jerusalén, donde ninguna nación tiene su embajada debido a que, tras la anexión israelí de la parte oriental de la urbe en 1980, la ONU llamó a la comunidad internacional a retirar sus legaciones de la Ciudad Santa.
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