Este viernes comenzaron los preliminares a una cumbre europea clave para la supervivencia del euro. Grecia sigue en el ojo del huracán, con el sexto tramo del primer rescate ya aprobado para su concesión. El contagio de la crisis del euro a otros países de la región no se ha conseguido frenar y ya se habla de una ampliación del fondo de rescate.
Y, para colmo, las tensiones sobre los bancos y diseñar una fórmula para su recapitalización también está sobre la mesa.
Con todos estos asuntos en plena discusión la agenda se presenta agitada. El viernes 21 se reúnen los ministros de Finanzas de la zona euro; el sábado 22, los de la Unión Europea y, el domingo 23, los primeros ministros. En principio, los encuentros, iban a durar sólo el fin de semana, pero, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo para el domingo, los líderes han convocado un previsible ‘episodio 2’ para el miércoles 26, que podría ser precedido por un Eurogrupo el día anterior.
Así, como suele ocurrir en estas ocasiones, las decisiones en el seno europeo suelen ser más complicadas de lo que parecen a primera vista. Estas son las previsiones:
Viernes 21
La troika formada por inspectores de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó a los ministros de finanzas de la zona euro su informe sobre la situación de Grecia, que ya he recibido el visto bueno para recibir el sexto tramo del rescate de 8.000 millones de euros (US$ 10.700 millones) En dicho documento se estableció que la deuda helena podría ascender a 186% del PIB en 2013.
Este informe incluye un análisis sobre la sostenibilidad de la deuda griega, que aclarará la necesidad de aumentar la participación del sector privado en el segundo rescate de 159.000 millones de euros. Según informa Bloomberg, la troika señala que los inversores tendrán que asumir pérdidas mayores a lo previsto.
Los acreedores de Grecia, que contribuirán con 50.000 millones al plan -de los que 12.600 millones son para el programa de recompra de bonos-, aceptaron el 21 de julio asumir unas pérdidas de 21%.
Así, la troika indica Grecia necesitaría que sus inversores sufrieran unas pérdidas de hasta el 60% para que la deuda helena fuera sostenible, por debajo del 110% del PIB en 2020, informa Bloomberg.
El reajuste del acuerdo de julio tendrá que mantener, no obstante, el carácter voluntario para evitar cualquier parecido con un impago parcial de la deuda por parte de Grecia.
Sábado 22
Se realizará la reunión del Ecofin, para ponerse al corriente de la reunión del Eurogrupo y avalar sus decisiones o el contenido de su acuerdo.
El sábado por la noche el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, se volverán a reunir en Bruselas, víspera de la cumbre de líderes de la eurozona, para acercar posturas.
Además, fuentes del Gobierno alemán han señalado a Reuters, que la recapitalización bancaria debe ser decidida el mismo sábado. La Autoridad Bancaria Europea (EBA) ultima los resultados de la información que ha recabado y que serán discutidos por los ministros de Finanzas de los Veintisiete por la mañana.
Según ha publicado el diario Financial Times, el plan europeo para aumentar el capital de la banca quedará muy por debajo de las expectativas de los mercados, ya que cifra en 80.000 millones de euros las necesidades de recapitalización para llegar a un umbral de capital de máxima calidad de 9% (frente al 5% exigido en julio).
También se reúnen los ministros de Asuntos Exteriores.
Domingo 23
El domingo se reúnen los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, una cumbre que hay que recordar que ya fue pospuesta del 17 y 18 de octubre al 23 y que vuelve a perder peso fundamentalmente por los desacuerdos entre Francia y Alemania.
En este sentido, no se espera que haya un acuerdo este domingo, pero un alto funcionario europeo ha asegurado en que se tratará de dar una respuesta suficientemente "contundente" como para que su efecto se deje sentir tras la apertura de los mercados el lunes.
En la cumbre del domingo, las tres cuestiones centrales serán la situación de Grecia, la recapitalización de la banca europea y el refuerzo del fondo de rescate europeo para evitar el contagio a países como España e Italia.
Como primer paso, los líderes de la UE de 27 naciones están dispuestos a apoyar un plan el domingo para fortalecer la base de capital de los bancos y podrían iniciar el proceso para una reforma de más largo plazo a la gobernanza económica de la zona euro, según dijeron fuentes de la unión a Reuters.
Al mismo tiempo, fuentes comunitarias han indicado hoy que no les sorprendería que algunos países aprovechasen la cumbre del domingo para anunciar futuras medidas o dar visibilidad a las que ya han sido adoptadas y aún tienen que aplicarse si esos elementos por sí mismos ayudan a restaurar la confianza en los mercados. De hecho, hay quien espera que se pidan medidas de ajuste adicionales a países como España e Italia.
La reunión del Consejo Europeo es a las 10 horas y la de la zona euro a las 16 horas.
Miércoles 26
Se espera que los grandes acuerdos se anuncien en la segunda cita de la cumbre europea, el próximo miércoles 26 de octubre. Fuentes alemanas han afirmado que sobre todo lo referente al fondo de rescate y su apalancamiento.
Está por ver si se cumplen las especulaciones sobre una posible rebaja en la valoración de la deuda de países rescatados -Grecia, Portugal e Italia- y de Estados sometidos a fuerte presión en el mercado como España e Italia que atesoran las entidades financieras.
El riesgo de contagio a España e Italia, sometidos a una gran presión en los mercados financieros, ha forzado también el debate sobre la necesidad de reforzar la capacidad de intervención del Fondo de Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), dotado con 440.000 millones de euros que resultarían insuficientes para rescatar a economías de este calibre.
Descartada la idea inicial de dotarlo de mayores garantías, parece que la opción más probable es permitir que el fondo avale bonos de países con problemas, como España e Italia, o que compre en el mercado secundario, lo que elevaría la capacidad de intervención del FEEF, rebajaría el elevado coste de financiación de estos países y daría confianza a los inversores. A cambio, podría exigirse a estos países que adopten medidas adicionales de austeridad o condiciones de sostenibilidad de la deuda y de salud del sistema financiero.
Eso sí, como en otras ocasiones, la cumbre europea es una caja de sorpresas, donde la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, pueden dar un giro inesperado a las negociaciones.
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